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| El estrés puede provocar acidez estomacal |
Debido
a la gran abundancia de alimentos que tenemos hoy en día, la gran
cantidad de mezclas que pueden elaborarse en el mismo plato y la
inclinación por cierto tipo de sabores, según qué paladar, a veces nos
olvidamos de que algunos alimentos y combinaciones, sin pensarlo, nos
pueden producir molestias estomacales e intestinales, exceso de acidez,
pesadez y retortijones.
En
este artículo nos centraremos en la acidez estomacal, un problema
bastante común en muchas personas, que se hace muy molesto en aquéllos
individuos con estómagos delicados y no tan delicados. Es importante
tener en cuenta que un exceso de acidez puede producir consecuencias
mayores si se sufre con regularidad. Sin más dilación, voy a explicar
brevemente las causas más comunes y varios consejos para combatir la
acidez estomacal, sin necesidad de tomar sales de calcio, bicarbonato o
infusiones de diente de león, por ejemplo. Muy recomendables en algunos
casos pero no deben ser la orden del día, conociendo ciertas premisas,
podemos evitar utilizar estos remedios.
En
primer lugar, una de las causas de acidez estomacal, sobre todo por
las mañanas, son los desayunos mal combinados. Es típico en algunos
hogares nada más levantarse tomarse un zumo de frutas seguido de pan y
un vaso de leche. Este desayuno aunque sea nutritivo está muy mal
combinado. Las frutas no deben mezclarse con nada, ni siquiera entre
ellas, exceptuando algunas frutas dulces, el resto quedan descartadas. Los jugos de las frutas ácidas sobre todo, estimulan mucho la producción de ácido clorhídrico en el estómago, y por no decir que si se combinan entre ellas pueden formar sustancias muy tóxicas y cancerígenas en el organismo. Si consumimos fruta, deberemos esperar al menos 2 horas para poder consumir otro alimento, siempre que se quiera evitar la acidez y la acumulación de tóxicos claro. Cada uno es libre de elegir, hay personas que no sufren de acidez, pero no por ello están exentas de producir toxinas por malas combinaciones, aunque ellos no lo noten, su cuerpo sí.
La leche por otro lado neutraliza la acidez estomacal, esto es totalmente cierto, de ahí que sea tan nociva, si neutraliza los ácidos del estómago, éstos no podrán actuar correctamente sobre los alimentos que ingerimos, lo que puede producir una mala absorción de nutrientes, un aumento de la impermeabilidad intestinal, pesadez y estreñimiento. Recordad el refrán de: “Encima de la leche nada eches”.
En
segundo lugar, otra de las causas de acidez estomacal producida por
malas combinaciones es la de ingerir en la misma comida proteína animal
con almidones, o para entendernos, comer carne con cereales. La carne y
el pescado para poder ser bien digeridos y que sus proteínas sean
sintetizadas, requieren de un medio ácido en el estómago, al contrario
que los almidones, que requieren de un medio más alcalino. Este proceso
desemboca de nuevo en una mala absorción, que puede provocar
putrefacción intestinal, un exceso de acidez y dolores abdominales. La
carne y el pescado recordad combinarlos solamente con verdura.
En
tercer lugar, y puede ser el más importante, es la falta de agua. Las
personas que sufren acidez estomacal con regularidad pueden estar
ligeramente deshidratadas, es muy importante cubrir las necesidades de
agua todos los días, aproximadamente 2 litros de agua diarios. Los
jugos del estómago están compuestos en gran parte por agua no lo
olvidéis, al igual que todos los líquidos internos, el agua es nuestra
vida, nuestra base para mantener el equilibrio.
Por
último dejo listadas algunas otras causas que pueden producir acidez
estomacal. No son tan determinantes pero no por ello son menos
importantes que las anteriores:
- Falta de sueño
- Estrés emocional
- Síndrome de Khron
- Diabetes
- Alcohol
- Tabaco
- Falta de calcio
- Exceso de alimentos refinados en la dieta
Existen
también multitud de remedios con plantas para aliviar la acidez
estomacal, muy aconsejables en ciertos casos, como pueden ser las
infusiones de melisa, diente de león, hinojo, boldo,
etc. Además contienen gran cantidad de minerales y oligoelementos que
favorecen la digestión de alimentos y la asimilación de nutrientes.
David García.
