Wednesday, November 19, 2014

Alimentos para conservarnos jóvenes

Alimentos para conservarnos jóvenes durante más años.

Se ha comprobado que las comidas ricas en antioxidantes pueden ayudan a mantener el organismo joven durante más tiempo.

Los antioxidantes tienen la función de neutralizar el efecto destructivo de los radicales libres sobre las células de nuestro organismo. Una alimentación en la que se ingieran muchos antioxidantes ayudará a conservarnos mejor.

Esta dieta resulta muy útil para los jóvenes como preventiva de los efectos que los radicales libres pueden desencadenar en el futuro, pero es especialmente necesaria para las personas mayores que son las que están inmersas en el proceso de envejecimiento. Una dieta rica en estos alimentos ayudará a detener el efecto negativo que los radicales libres ejercen en las personas mayores. ( Véase más información en el apartado ” Dieta para personas mayores” del listado superior)

Entre estos alimentos tenemos:

- Los betacarotenos: Precursores de la vitamina A. El betacaroteno es un carotenoide . Se trata de un pigmento vegetal que, una vez ingerido, se transforma en el hígado y en el intestino delgado en vitamina A. Es un componente antioxidante muy importante.

Las frutas y las verduras son muy ricas en betacarotenos. Entre algunos alimentos muy ricos en estos principios tenemos, por ejemplo: las zanahorias, las espinacas, las calabazas o los tomates.

- Vitamina C: Es otro antioxidante muy importante. Se encuentra principalmente en frutas y verduras. Entre las principales alimentos ricos en esta vitamina tenemos, por ejemplo, los pimientos, siendo una de las plantas del mundo que posee más cantidad, después de la acerola o del escaramujo ( Rosa canina) . 
También son muy ricos los cítricos ( naranjas, limones, pomelos, etc.).

- Vitamina E: Protege las membranas celulares de la oxidación mediante la protección de sus ácidos grasos. Una falta de esta vitamina parece ser que produce cambios degenerativos en las células de algunos tejidos como las de los músculos y el corazón.

Las verduras y hortalizas de color verde, así como los vegetales ricos en aceite, son las que poseen más cantidad de esta vitamina, como, por ejemplo, la verdolaga, los espárragos, en la lechuga , los guisantes, las nueces, el germen de trigo o las semillas de girasol, que son las que tienen el contenido más alto.

- Flavonoides: Son compuestos polifenólicos que aparecen en frutas y verduras y en algunas bebidas, como el te, la cerveza o el vino. Entre estos compuestos el más importante es la quercitina que aparece en muchos alimentos vegetales como el ajo, la cebolla, la manzana, la col, la pera, las espinaca. Otros flavonoides importantes serían la ginesteina de la soja, la rutina de los cítricos ( naranjas, limones, pomelos, etc.) o los polifenoles del té entre los que destaca la epigalocatequina galata.

- Zinc: Alimentos vegetales ricos en zinc son : el apio, los espárragos, las borrajas, los higos, las, patatas, las berenjenas, los melocotones, etc.

- Selenio: Además de proteger el corazón, favorecer el sistema inmunitario o eliminar los metales pesados del organismo, interviene en la protección de numerosos cánceres, como el de colon, próstata o pulmones. Alimentos ricos en selenio son: la avena, el arroz integral, los melocotones.

Alimentos superantioxidantes

Dentro de los antioxidantes tenemos que destacar algunos con propiedades antioxidantes especialmente elevadas y que no deberían falta en la mesa de las personas que quieran conservan su aspecto sano y joven. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

- Las ericáceas: Los colores rojizo oscuros o negro morados de estos alimentos nos indican su riqueza en antioxidantes. Resaltan especialmente las frambuesas, pero también se pueden incluir en este apartado las zarzamoras o los arándanos.

- Las crucíferas: Dentro de esta familia, el grupo de las brassicaceas es el que contiene más propiedades antioxidantes. A este grupo pertenece la col, la coliflor, el bróculi o cualquier tipo de col.

- Los tomates: Los tomates son ricos en glutation y betacarotenos, dos antioxidantes muy potentes. No deben faltar en una mesa saludable.

- Las zanahorias: Las zanahorias son ricas en vitamina C y betacarotenos. Ayudan a mantener joven el aspecto de la piel y a conservar la vista.

- Los ajos y las cebollas: Los ajos y las cebollas ayudan a mantener el aparato circulatorio en buen estado, nos protegen de los cánceres y del contagio de muchas bacterias y hongos.

- La uva: La uva negra contiene un flavonoide llamado resveratrol que es uno de los principales desintoxicantes.

- El limón: El limón constituye un depurativo excelente, protege el aparato circulatorio y nos previene de las enfermedades respiratorias. Su riqueza en vitamina C lo configura como uno de los mejores antioxidantes.

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Otros aspectos que debemos tener en cuenta

Además de utilizar unos alimentos adecuados debemos tener en cuenta una serie de consejos en la alimentación que nos harán mantenernos fuertes y sanos durante más tiempo:

- Conseguir una hidratación adecuada: La ingesta adecuada de agua es muy importante para la salud. El agua constituye el 60 % de nuestro organismo. La importancia del agua radica principalmente en su capacidad para arrastrar fuera de nuestro organismo las toxinas, en su necesaria participación en la oxigenación de las células o en la conservación de las mismas.
Una falta de agua puede llevar a signos tan aparentes de vejez como las arrugas o la flaccidez corporal. Para una correcta hidratación debemos beber como mínimo 1,5 litros de agua diarios. Hay que tener en cuenta no solamente la cantidad sino también la calidad. Un agua pura, libre de contaminantes, es la única que puede garantizarnos una buena salud.

- Realizar comidas equilibradas y variadas: El equilibrio de esta dieta se centra en la aportación adecuada de todos los nutrientes. Una alimentación que proporcione las grasas, los hidratos de carbono, las proteínas y los minerales adecuados. Una dieta variada debe incluir diferentes alimentos de cada uno de estos grupos de manera que entre ellos se complementen y puedan suplir las carencias particulares.

- Realizar comidas moderadas, no excesivas y frecuentes: La dieta no debe ser excesiva. Es mejor levantarse de la mesa con la sensación de no estar completamente lleno que comer en exceso. Las grandes comilonas deben sustituirse por comidas menores y más frecuentes. Lo ideal sería realizar de 6 o 7 comidas diarias.
- Comer alimentos vegetales frescos: La mayoría de vitaminas y otros nutrientes se estropean con el calor o con el contacto con el aire. Una buena manera de evitar esto es comer la mayor parte de raciones vegetales crudas o reducir la cocción al máximo.
 

Fuente: Almacén Naturista la Candelaria