La artrosis es una perturbación articular caracterizado por el desgaste del cartílago que no es remplazado por cartílago nuevo, función que realiza el condrocito (célula cartilaginosa) afecta especialmente las articulaciones mas grandes del cuerpo, en mayor porcentaje se presenta en las mujeres y frecuentemente después de los 40 años.
Las causas aun no están del todo determinadas, algunas malformaciones pueden favorecer su aparición especialmente en las caderas y en las rodillas, la obesidad y los defectos en las posturas pueden participar en la génesis de esta afección, predisposición hereditaria y condiciones mecánicas desfavorables pueden desencadenarla o agravarla; exceso de presión sobre la articulación interesada, traumatismo, algunas hormonas predisponen a la artrosis.
Los síntomas son dolores que aparecen en los movimientos de manera progresiva y de evolución lenta, los huesos de la articulación afectada rozan entre ellos produciendo endurecimiento, inflamación que acompañados de cierta rigidez producen crujidos al movilizar la articulación, dolores que además generan estrés.
Las articulaciones dan movilidad al ser humano, cuando una articulación se paraliza es una señal de bloqueo personal.
Las almas pueden desbloquearse como una articulación, volviendo a encontrar su centro
La práctica regular de yoga ofrece grandes beneficios: Prevención, recuperación y tratamiento de artrosis.
Para nuestra mente; técnicas de respiración para el estrés, para focalizar el dolor, para pacificarnos y relajación.
Para nuestro espíritu; Técnicas de interiorización para observarnos las trabas y poder liberarnos, meditación.
Para nuestro cuerpo; posturas-asanas, ayudándonos a discernir cuando nuestro sufrimiento es opcional, brindándonos las herramientas para transformarlo.
Exceptuando la meditación, ejercicios de respiración y la relajación se prescindirá de la practica de yoga en ciclos de dolor, fiebre e inflamación
Tres posturas simples para realizar todos los días:
Esta simple secuencia de yoga realizada todos los días moviliza las articulaciones del cuerpo y nos libera del dolor de la artrosis
Postura de la montaña: Parados con los pies en un ancho de cadera, realizamos una toma de conciencia del cuerpo. Inhalamos y exhalamos por la nariz, percibiendo el estado del cuerpo, la mente y las emociones, en este aquí y ahora.
Para la articulación de las manos: Inhalamos y elevamos los brazos hasta la altura de los hombros, llevando las palmas al frente, exhalamos todo el aire por la nariz. En la próxima inhalación separamos la distancia entre los dedos de las manos y al exhalar empuñamos los dedos pulgares. Lo repetimos 6 o 7 veces. Utilizando la posición anterior: Con los brazos a la altura de los hombros, llevando las palmas al frente, exhalamos y dejamos que desciendan las manos ejercitando la articulación de las muñecas llevando las manos hacia arriba al inhalar y hacia abajo al exhalar. Lo repetimos 6 o 7 veces.
Para la columna: Con las piernas separadas un ancho de caderas. Inhalamos y al exhalar el mentón se apoya en el pecho, el tronco desciende vertebra por vertebra hasta llegar al suelo, caminamos con las manos hasta la postura de cuatros apoyos (rodillas-manos) inhalamos arqueando la espalda llevando levemente la cabeza hacia atrás (de ser necesario abrir la boca para no violentar cervicales) y al exhalar llevamos la cabeza hacia adentro curvando la espalda. Repetimos 6 o7 veces.
Para los pies: Con las piernas extendidas hacia adelante (sentándonos sobre los esquiones) en la postura del bastón, movilizamos las piernas hacia los costados con respiración libre. Inhalando separamos la distancia entre los dedos de los pies y al exhalar cerráramos los dedos, abriendo y cerrando los dedos de los pies; sincronizando la respiración con el movimiento. Juntamos los pulgares de los dedos de los pies, separando los talones. Inhalando realizamos movimientos circulares solo con los tobillos girando hacia la derecha y hacia atrás y exhalando hacia la izquierda y delante, lo realizamos en sentido complementario. Repetimos hacia cada lado 6 veces.
Postura fácil: Doblar la pierna derecha y colocar el pie derecho cerca del muslo izquierdo. Doblar la pierna izquierda y colocar el pie izquierdo cerca del muslo derecho. Los brazos sobre las rodillas. Realizar respiraciones nasales profundas, colocar la mirada en la punta de la nariz o en el entrecejo de ser posible, permitiendo la interiorización en esta postura de meditación.
*Situar las manos sobre las rodillas en gesto de conciencia (Doblar el dedo pulgar sobre el índice en ambas manos. Los tres dedos restantes quedan extendidos. Las palmas hacia arriba) o en gesto de conocimiento (se realiza de la misma forma, solo que las palmas de las manos hacia abajo).
Relajación: Acostados boca arriba. Tratamos que la mayor superficie del cuerpo este en contacto con el suelo y no haya articulaciones flexionadas. Mentalmente recorremos el cuerpo relajándolo, comenzamos por los pies y terminamos por la cabeza.
Beneficios de esta práctica:
Aumento de la elasticidad de los tejidos, a través de flexiones, extensiones.
El estiramiento relaja y flexibiliza la musculatura, ampliando los movimientos de las articulaciones, beneficiando el funcionamiento de los cartílagos, optimizando el tono muscular y reeducando el movimiento articular. Aportando bien estar físico y emocional
El yoga es una ciencia milenaria de 10.000 años que aporta rehabilitación, alivio y prevención hacia la artrosis.