¿Te gustaría tener una salud holística inagotable, basada en tu poder energético, mental y cotidiano? Nuestro cuerpo y sus síntomas son únicamente un reflejo de nuestros pensamientos y experiencias, de esta manera, el origen emocional de las enfermedades puede llevarnos hacia un camino de raíz para eliminar por completo todos nuestros males, e incluso frenarlos en un futuro anticipadamente.
De acuerdo a los estudios y propuestas de la escritora Louise L. Hay, escritora exitosa por su libro Tú puedes sanar tu vida, analizaremos las enfermedades más comunes y su raíz, para entender qué pensamientos y emociones nos están enfermando.
Las emociones y las enfermedades
El cuerpo en su dualidad simétrica, está diseñado para responder sistémicamente en base a los dos hemisferios: derecho el intelecto y la decisión consciente, izquierdo las emociones y las decisiones inconscientes.
Por ejemplo: Si una persona tiene un dolor en el pie derecho, representa su incapacidad para dar un paso importante en su vida a nivel laboral, profesional o intelectual, pero si el dolor se situara en el pie izquierdo, su incapacidad radica en un paso a nivel emocional, como casarse, el nacimiento de un hijo, o una visita al psicólogo.
Las enfermedades más comunes y su raíz emocional
Adicciones: Baja autoestima, evasión de sí mismo.
Alergias: Ignorancia del poder propio.
Angustia: Apego por los cambios en la vida, desconfianza.
Apendicitis: Creencia de que no merecer cosas buenas. Miedo para fluir.
Apoplejía o Ataque cardíaco: Rechazo a la vida, obstinación, ego agrandado.
Bronquitis: Sentirse acorralado en un problema familiar, palabras que se callan, gritos hacia la persona.
Colesterol: No reconocer la alegría, la estabilidad y la paz. Impedir que se propague la alegría.
Columna: Inflexibilidad ante la vida, rechazo de la ayuda, no recibir ni brindar apoyo.
Diarrea: Perder el control de la toma de decisiones, excusas para huir y afrontar.
Enfermedades crónicas y autoinmunes: Actitud de víctima, miedo al cambio, inseguridad.
Quistes y Fibrosis: Resentimientos hacia su lado femenino. Cultivar resentimientos con la pareja.
Gripe: Agobio por las opiniones populares o de los grupos, creer en las opiniones de los demás.
Hígado: No sentirse merecedor del amor y trato dulce en su vida, reacciona con cólera.
Hombros: Cargar con la responsabilidad de otros, no sentirse capacitado para una tarea.
Infección: Hartazgo de una situación, enojo exagerado, con sus palabras afecta a otros.
Insomnio: Necesidad de controlar las cosas, falta de confianza en el ritmo natural de las cosas. No suelta, vive con culpa.
Halitosis: Crítica destructiva, cuando habla no dice nada productivo, habla para llamar la atención.
Enfermedad congénita o deformaciones: Karma. Desea aprender algo en esta vida.
Nervios: Estado mental sobre la información, le enseñaron que la vida es dura, que debe mostrarse serio e interesado al respecto.
Parálisis: Resistencia y miedo simultáneos, deseo de evasión.
Padecimiento en los pies: Miedo al futuro y tomar decisiones importantes en la vida.
Hipertensión: Emociones retenidas y cristalizadas del pasado.
Hipotensión: Sentimiento de derrota antes de intentarlo, no tuvo suficiente amor en la infancia.
Reumatismo: Pensamientos amargos, resentimiento.
Uñas: Son la protección de los dedos, si presentan problemas, alguien ha traspasado nuestros límites y nos sentimos desprotegidos.
¿Has podido identificarte con alguna de estas emociones? El lado positivo es que no hay que esperar a que se convierta en enfermedad para actuar sobre ésta, sino prevenirla y asumir el compromiso con nuestra salud, porque nadie es responsable de que tengamos una vida plena, más que nosotros mismos.