Monday, December 9, 2013

El refresco y la violencia al fondo de la botella



El consumo de refrescos no sólo es un factor importante para desarrollar enfermedades como la obesidad o la diabetes. De acuerdo con un estudio recientemente publicado en el Journal of Pediatricsse ha relacionado el consumo de refresco con conductas agresivas y problemas de atención en niños pequeños.

Los investigadores de la Universidad de Columbia, estudiaron a 3,000 niños de 5 años de edad en 20 de las principales ciudades de los Estados Unidos. Se pidió a las madres de los niños que reportaran el consumo diario de refresco de los infantes y su conducta en base a la Lista de Verificación del Comportamiento Infantil (Child Behavior Checklist, o CBCL por sus siglas en inglés) para niños menores de 6 años por los siguientes 2 meses.

La CBCL es un cuestionario que permite evaluar las capacidades y aspectos de comportamiento de los niños, incluyendo actitudes de agresión, violencia, rebeldía, hiperactividad y problemas de conducta.

Por medio de este método los investigadores pudieron observar que el 43% de los niños estudiados consumían por lo menos un refresco al día, mientras que un 4% consume 4 o más de éstas bebidas diariamente.
Los resultados del estudio arrojaron que, sin importar el nivel de consumo de refrescos, éste tiene una relación con el incremento en los comportamientos de agresividad. Por ejemplo, los niños que bebieron 4 o más gaseosas al día fueron doblemente propensos a destruir objetos ajenos, a participar en peleas y a atacar físicamente a la gente también se notó que tenían mayor propensión a tener problemas para poner atención a instrucciones y a ser socialmente más retraídos en comparación con aquellos que no consumieron refrescos.
Aún después de realizar ajustes en los factores sociodemográficos de los niños (como horarios de dormir, exposición a violencia en la televisión y consumo de golosinas así como posibles influencias de estilos de paternidad en los que puede influir por ejemplo la depresión de la madre o violencia entre progenitores), el consumo de cualquier refresco fue asociado con comportamientos agresivos en los infantes.
De acuerdo con la opinión de Shakira Suglia, la doctora en ciencias y profesora de Epidemiologia de la Universidad de Columbia, quien estuvo involucrada en la investigación, los comportamientos agresivos aumentan con cada incremento en el consumo de refresco por día. La doctora también mencionó que a pesar de que el estudio no pudo identificar la naturaleza exacta de la asociación entre la ingesta de refrescos y los problemas conductuales, limitar o abolir el consumo de gaseosas de los niños puede reducir los problemas de comportamiento.

Es por lo tanto más conveniente acostumbrar a nuestros niños a consumir bebidas cuya elaboración sea con frutas naturales para prevenir los daños expuestos en el estudio y muchos otros inconvenientes que los refrescos representan en la vida de los seres humanos.

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