En nuestra sociedad contemporánea es común encontrar personas que opinan que comer mucho es equivalente a buena salud y larga vida.
Cuando a principios de este siglo el médico inglés G.M. Humphrey revisó los hábitos de 52 personas que habían alcanzado los cien años de edad encontró, entre otras cosas, que éstos comían poco o moderadamente y consumían muy poca carne.
De hecho, durante siglos se ha hablado de las virtudes del comer poco para una larga vida. No en balde decía Miguel de Cervantes "come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago".
La Restricción Calórica
y el envejecimiento
En el siglo XV un noble de
Venecia llamado Luiggi Cornaro comenzó, a los 37 años de edad y tras
haber pasado una juventud dedicada a las fiestas y la bebida, a cambiar
su estilo de vida por uno que le permitiera vivir 100 años y mantenerse
saludable. Como resultado Cornaro vivió hasta los 103 años de edad
manteniéndose activo y con su mente clara hasta el final. El método que
empleó para lograr esto consistió en abstenerse de bebidas alcohólicas y
comer muy poco. De hecho a partir de los 37 años de edad la dieta de
Cornaro puede clasificarse como un a especie de semi-ayuno.
Siglos después la receta de
Cornaro y Cervantes ha sido validada por los científicos. En la década
de 1930 el Dr. Clive Mcnay de la Universidad de Cornell llevó a cabo un
estudio en el que crió a un grupo de ratas con una dieta que contenía
tan sólo el 60% de las calorías que normalmente ingerían otras ratas a
las que se les permitía comer todo lo que desearan.
Esta dieta
restringida fue suplementada con vitaminas y minerales. El resultado
fue que las ratas crecieron a una velocidad menor de lo normal pero
vivieron más tiempo y se mantuvieron extremadamente saludables.
Posteriormente se demostró que con esta dieta es posible extender en 60%
la vida máxima de una rata. Es decir la vida de una rata que por lo
general dura unos 1,000 días se puede extender hasta unos 1,600 días.
Otros experimentos han demostrado la utilidad de esta dieta una
diversidad de especies animales.
El Dr. Roy Walford, conocido
gerontólogo de la Universidad de California en Los Angeles ha diseñado
una dieta para seres humanos basada en estas premisas. Es una dieta que
durante varios años va gradualmente reduciendo el número de calorías
que ingerimos hasta llevarlo al 60% de lo que se consume normalmente.
La idea de hacerlo gradualmente surge del hecho de que si tratamos de
bajar abruptamente la cantidad de comida que ingerimos seguramente
tendremos problemas de ajuste ya que nuestro metabolismo no está
preparado para tal reducción. Al hacerlo gradualmente permitimos que
los mecanismos del cerebro que regulan el metabolismo y el hambre se
ajusten. Walford cree que con una dieta así cualquier persona puede
alcanzar 120 años de edad y quizá más.
Es importante no confundir una
dieta restringida en calorías con una mala nutrición. Es sumamente
importante seleccionar bien los alimentos para que tengamos una cantidad
adecuada de vitaminas y minerales. Por tanto es esencial eliminar los
alimentos que contienen calorías vacías como bizcochos, galletas,
mantecados, papitas fritas, azúcar y grasas.
Coma un poco menos para una mejor salud
Como hemos
visto, los estudios parecen indicar que una reducción drástica, de hasta
40 por ciento en la cantidad de calorías ingeridas diariamente puede
reducir el ritmo de envejecimiento de numerosos órganos y reducir el
riesgo de cáncer, diabetes y otras enfermedades. Sin embargo, son pocas
las personas que están dispuestas a reducir su consumo de calorías de
forma tan extrema, además que una reducción tan grande de calorías puede
hacer que la persona se sienta continuamente hambrienta y friolenta.
En
un estudio llevado a cabo con ratas por investigadores de la
Universidad de Florida y publicado en la revista profesional
Antioxidants and Redox Signaling, se encontró que una reducción de
calorías mucho menor, de alrededor de un ocho por ciento, combinada con
ejercicio moderado, equivalente a una corta caminata diaria, a través de
la vida puede proveer grandes beneficios a la salud en general, además
de proteger el hígado de los daños causados por el envejecimiento. La
protección del hígado es sumamente importante ya que este órgano lleva a
cabo funciones tales como limpiar la sangre y regular el sistema
inmunológico.
En el estudio se encontró que las
ratas que comieron todo lo que deseaban y que además no hacían
ejercicio desarrollaron un aumento en la cantidad de moléculas dañinas
con efectos oxidantes e inflamatorios en el hígado, mientras que las
otras ratas a las que se les suplió un poco menos de comida que a las
otras y que hicieron ejercicio tuvieron una reducción en la cantidad de
estas moléculas dañinas.
Según Christiaan Leeuwenburgh
quién fuera el principal autor de este estudio los resultados del mismo
apoyan la teoría de que la muerte de las células y los daños a los
órganos relacionados con el envejecimiento son causados por moléculas
inestables llamadas radicales libres, por la oxidación celular y
la inflamación. La reducción de calorías previene la muerte celular y
reduce la inflamación, según éste.
Fuente: http://horagloballaverdad.blogspot.com/2014/11/nutricion-para-mantenernos-jovenes.html