Yo respondí que en realidad había otros
objetos que se pueden observar con atención plena como las sensaciones
del cuerpo, el movimiento del mismo o incluso algún sonido (siempre y
cuando lo atendamos plenamente, sin etiquetar o elaborar sobre el
mismo).
Sin embargo, añadí, el flujo natural del respirar es el
instrumento ideal porque nos acompaña desde el momento en que nacimos y
estará ahí hasta el momento en que fallezcamos pero,a pesar de esto, solo nos acordamos de
que estamos inhalando y exhalando continuamente, cuando decidimos
acordarnos de esto.
Es decir, cuando decidimos hacerlo consciente.
Adicionalmente, observar la respiración es algo que nos trae
automáticamente al aquí y al ahora ya que no podemos respirar el aire de
ayer ni el de mañana.
Por otro lado y en cuanto al
rendimiento, como la mente de cualquier persona desempeñando cualquier
actividad, la mente de un deportista suele llenarse de pensamientos (ya
sean relacionados al deporte o a cualquier otro aspecto de sus vidas)
que nublan su perspectiva y reducen su control mental durante las
diferentes tareas relacionadas con su disciplina.
Incluso en una
competencia (donde hay una gran demanda de concentración para con ese
momento), es común que un individuo viaje
constantemente al pasado ante errores u oportunidades que se dejaron
pasar, o al futuro imaginando posibles escenarios, situaciones y
decisiones. Lo anterior evoca en el atleta ciertas emociones o
sentimientos que le impiden atender el presente y que restan capacidad
para concentrarse en el desarrollo del juego y alcanzar sus objetivos.
En contraste, un buen ejemplo para
ilustrar el poder que tiene la respiración consciente en el deporte lo
encontré en la obra “The Mindful Child”. En este libro, Susan Kaiser
recuerda con asombró la intensidad física y la concentración que los
equipos de remo mostraban cada primavera que ella acompañaba a su hija a
competir.
“Su aliento impulsa la canoa. Una
exhalación, un solo golpe; con una concentración total que es alimentada
por años de entrenamiento y el sudor de muchas, muchas competencias.
Cada jalón demanda atención al momento presente (lo que está sucediendo
en el ahora), la sabiduría obtenida en otras competiciones (experiencia
pasada), y la determinación de poner hasta el
último pedacito de esfuerzo en un menta común (la unidad para ganar la
carrera).
Cuando se está compitiendo bien, los remeros están
completamente en sintonía uno con otro, y su atención, su carácter y su
interconexión para trabajar como uno es un ejemplo de atención plena
relacional” Susan Kaiser
Es así que como una canoa requiere de la
total sincronía y concentración de quienes la impulsan para alcanzar su
máxima velocidad, así nosotros también requerimos de conectar y
armonizar mente y cuerpo para lograr nuestro máximo potencial y ya no
solo estoy de un deporte sino en cualquier actividad. Y en este sentido,
la respiración es la mejor herramienta para lograr esa
interconectividad.