El virus del ébola sobrevive varias
horas en superficies secas, como tiradores de puertas, y más tiempo en
líquidos corporales, como la sangre. Sin embargo, algunos productos muy
básicos son capaces de matar el virus, así como determinadas
temperaturas. El portal 'Discovery' pasa revisa a 10 cosas cotidianas que pueden resultar letales para el ébola, sin olvidar que es un virus muy mortífero cuyo brote ya se ha llevado miles de vidas.
El fuego mata al virus,
aunque no rápidamente. Por esta razón los equipos y residuos médicos
contaminados con el virus se consideran inofensivos tras ser
incinerados.
Una solución compuesta de tan solo 3% de ácido acético
mata al virus ébola al entrar en contacto con él. Este acido orgánico
es el componente de los vinagres, que normalmente contienen desde un 3%
hasta un 15% de ácido acético.
El virus muere al ser hervido
durante 5 minutos, pero el problema es que puede sobrevivir al escapar
con el vapor mientras el líquido todavía no alcanza el punto de
ebullición.
El mismo efecto se logra al hervir el
virus a fuego lento, a cerca de 60 grados Celsius durante un plazo de
entre media hora a una hora.
El ébola es vulnerable al alcohol
o a productos que contienen alcohol, como los desinfectantes de las
manos. Sin embargo, el virus puede penetrar en el organismo a través de
microgrietas de la piel antes de que las propiedades del alcohol empiece
a surtir efecto.
Lavarse las manos con jabón
o antiséptico puede ser suficiente para matar el virus, aunque no para
impedir su transmisión. No obstante, al igual que ocurre con el alcohol,
el virus puede penetrar en el organismo a través de microgrietas de la
piel antes de ser eliminado con jabón.
La lejía (cloro) que se
usa como blanqueador de ropa puede matar al ébola. De hecho, una
solución que contenga tan solo un 5,25% de lejía puede eliminarlo. Un
efecto similar se logra con el hipoclorito de calcio (cal clorada) que
se usa para desinfectar el agua de las piscinas.
El ébola puede sobrevivir a algunas dosis de radiación,
si bien la radiación gamma junto con pequeñas cantidades de
glutaraldehído resultan mortíferas para el virus, así como los rayos
ultravioleta de tipo c, que acaba con él en pocos minutos.
Finalmente, el sol también es letal para el ébola: cuando el virus se encuentra en superficies expuestas al sol se seca y muere.
Finalmente, el sol también es letal para el ébola: cuando el virus se encuentra en superficies expuestas al sol se seca y muere.