Todo empieza en tu conciencia. Todo lo que sucede en tu vida, y todo lo que ocurre en tu cuerpo, empieza con algo que sucede en tu conciencia.
Tu conciencia es quién tú eres, tu experiencia de Ser.
Tu eliges qué ideas aceptar y cuales rechazar. Tu decides que pensar y también qué sentir. Cuando la toma de estas decisiones deja un estrés residual, experimentamos esa tensión como si estuviera en nuestro cuerpo físico. Sabemos que esta tensión crea síntomas. Pero la pregunta mas interesante es “qué tensión crea cada síntoma?” Cuando somos capaces de cuantificar este proceso, entonces somos capaces de ver nuestro cuerpo como un mapa de la conciencia de la persona, relacionando síntomas concretos a tensiones concretas y a formas concretas de ser, del mismo modo que el comportamiento Tipo “A” se ha podido asociar a las enfermedades del corazón.
Todo empieza en tu conciencia
Para entender este mapa, primero debemos orientarnos hacia la idea de que las causas de los síntomas están en el interior de nuestro cuerpo. Bien es cierto que los gérmenes causan enfermedades y los accidentes causan heridas, pero también es verdad que esto ocurre de acuerdo con lo que esta sucediendo en la conciencia de la persona involucrada.
Los gérmenes están por todas partes. Entonces, por qué algunas personas se ven afectadas y otras no? La respuesta es: porque algo diferente ocurre en su conciencia.
Porque algunos pacientes responden mejor a los tratamientos que otros? Porque tienen actitudes diferentes. Algo diferente ocurre en su conciencia. Cuando alguien resulta herido en un “accidente”, por qué se ve afectada una parte muy concreta de su cuerpo, y por qué es la misma parte del cuerpo en la que habitualmente tiene problemas? Es un “accidente”, o hay un patrón y un orden en el modo en que suceden las cosas en nuestro cuerpo?
Tú eres un Ser de Energía
Tu conciencia, tu experiencia de Ser, quien tú eres realmente, es energía. De momento la llamaremos “Energía de la Vida”. Esta energía no vive exactamente en tu cerebro, sino que está por todo tu cuerpo. Tu conciencia está conectada a cada célula de tu cuerpo. A través de tu conciencia puedes comunicarte con cada órgano y cada tejido, y muchas terapias se basan en la comunicación con aquellos órganos del cuerpo que están afectados por algún tipo síntoma o enfermedad.
Esta energía, que es tu conciencia y que refleja tu estado de conciencia, puede medirse a través del proceso conocido como fotografía Kirlian. Al tomar una fotografía Kirlian de tu mano, ésta muestra un cierto “dibujo” de energía. Si realizamos una segunda fotografía mientras imaginas que estas enviando amor y energía a alguien que conoces, obtendremos unos “dibujos” de energía diferentes en la fotografía Kirlian. De este modo, podemos ver que un cambio en tu conciencia crea un cambio en el campo de energía que esta siendo fotografiado, al que llamamos aura.
Este campo de energía que aparece en las fotografías Kirlian ha sido cuantificado, y por lo tanto, cuando hay agujeros en zonas concretas del campo de energía, se dice que corresponden a debilidades en partes concretas del cuerpo físico. Lo mas interesante de todo esto es que la debilidad queda reflejada en el campo de energía antes de que se dé cualquier evidencia de ésta en el nivel físico.
De este modo, obtenemos una interesante dirección de la manifestación mostrada a través de lo que hemos descrito.
1. Un cambio de conciencia crea un cambio en el campo de energía.
2. Un cambio en el campo de energía se manifiesta antes que un cambio en el cuerpo físico.
La dirección de la manifestación tiene su origen en la conciencia y, a través del campo de energía, llega al cuerpo físico.
Conciencia———-1———-Campo de energía———-2———-Cuerpo físico
Si miramos las cosas de este modo, podremos ver que no es el cuerpo físico el que crea el campo de energía, el aura, sino que el aura o campo de energía es lo que crea el cuerpo físico. Lo que podemos ver es que el cuerpo físico es el resultado final de un proceso que empieza en la conciencia.
Cada uno de nosotros crea su propia realidad
Cuando alguien toma una decisión que le deja una tensión, bloqueando el campo de energía con un grado de intensidad suficiente, esto crea un síntoma en el nivel físico. El síntoma habla una lengua que refleja la idea de que cada uno de nosotros crea su propia realidad. Al describir el síntoma desde este punto de vista, el significado metafórico del síntoma queda claro. De este modo, en lugar de decir “No puede ver” la persona debería decir “He estado absteniéndome de ver algo”. Si no puede caminar, debería decir “He estado absteniéndome de alejarme de algo”, y así sucesivamente. Debemos entender que no hay ni accidentes ni coincidencias. Las cosas suceden siguiendo un patrón y un orden.
El Sistema Direccional Humano
Podemos decir que tenemos un sistema de guía interno, una conexión con nuestro Ser Superior, o nuestro Ser Interior, o como queramos llamarlo, para referirnos a esta Inteligencia Superior. Este sistema de guía interno funciona a través de lo que llamamos nuestra intuición, o nuestro instinto. Este habla en un lenguaje muy sencillo. Dice si se encuentra bien o no, y todo lo demás son cuentos.
Dicen que debemos hacer lo que nos hace sentir bien y evitar hacer lo que no nos hace sentir bien. Dicen que debemos confiar en nuestra voz interior. Cuando no seguimos a esa voz interior, sentimos tensión. No nos sentimos bien. Así pues, la voz debe hablar mas alto. El siguiente nivel de comunicación es a través de las emociones. Si seguimos, y seguimos en la dirección que no nos hace sentir bien, vamos experimentando más y más emociones que no nos hacen sentir bien, y en un momento dado podemos decir: “Debería haberme escuchado a mí mismo cuando pensaba moverme hacia la otra dirección”. Esto significa que habíamos oído la voz interior. Si no, no podríamos haber dicho: “Debería haber escuchado”. Si tomamos la decisión que sabemos que es la correcta para nosotros, y además cambiamos de dirección, obtendremos una disminución de la tensión, nos sentiremos mejor y sabremos que estamos de nuevo en el camino correcto.
Si continuamos moviéndonos hacia la dirección que no nos hace sentir bien, la comunicación alcanza nivel físico. Creamos un síntoma y el síntoma habla una lengua que dice que cada uno de nosotros crea su propia realidad. Al describir el síntoma desde este punto de vista, podemos entender el mensaje.
Si cambiamos nuestra forma de ser, es que hemos recibido el mensaje y el síntoma ya no tiene razón de existir. Podremos liberarlo, siempre que nos permitamos creer que es posible.
Si creamos el síntoma con una decisión, también somos capaces de liberarlo con otra decisión.
A moda de hipótesis, imaginemos que alguien toma la decisión de que no es buena idea expresar lo que quiere. Desde ese momento, siempre que haya algo que esa persona quiera, se abstendrá de decirlo y por lo tanto de tenerlo. Esto le hará sentirse mal. La tensión crecerá, y cada vez se encontrará peor al abstenerse de expresar lo que quiere y al no obtenerlo.
Supongamos que ocurre algo que crea un síntoma en el nivel físico y el brazo derecho de esta persona se ve afectado. Puede haberle ocurrido al caerse de una escalera, en un accidente de coche, por la contracción de un nervio del cuello o por haberse quedado dormido en una corriente de aire.
Algo debe pasar en el nivel físico para crear el síntoma, para dar a la persona el mensaje en el nivel físico sobre lo que se esta haciendo a sí mismo. Notaremos literalmente lo que nos hemos estado haciendo en sentido figurado.
El hecho es que esa persona no puede mover el brazo. Está absteniéndose de alcanzar algo, y puesto que es el brazo derecho, la parte “voluntaria” del cuerpo, está absteniéndose de obtener o de ir a buscar lo que quiere. Esa persona ha estado dándose motivos para creer que no puede obtener aquello que desea. Cuando empiece a hacer algo distinto en su conciencia, notará que algo diferente está ocurriendo en su brazo y el síntoma podrá liberarse.
Los chakras y el mapa
Para entender el mapa de la conciencia que representa el cuerpo, podemos remitimos a algunas antiguas tradiciones hindúes que han estado estudiando la conciencia durante miles de años, y que utilizan el lenguaje de los chakras.
Chakra es una palabra sánscrita que significa “rueda” o “vortice” porque es la forma que tiene. Cada chakra es una sólida bola de energía que interpenetra en el cuerpo físico del mismo modo en que lo hace un campo magnético.
Los chakras no son físicos. son aspectos de nuestra conciencia igual que las auras. Los chakras son mas densos que las auras, pero no tanto como el cuerpo físico. Interaccionan con el cuerpo físico a través de dos vehículos principales: el sistema endocrino y el sistema nervioso. Cada uno de los siete chakras esta asociado a una de las siete glándulas endocrinas, y a su vez a un plexo, es decir, un grupo de nervios. De este modo, cada chakra puede asociarse a partes y funciones concretas del cuerpo controladas por el plexo o por la glándula endocrina asociada a dicho chakra.
Tu conciencia, tu experiencia de ser, representa todo lo que te es posible experimentar. Todos tus sentidos, todas tus percepciones, todos tus posibles estados de conciencia pueden dividirse en siete categorías. Cada categoría puede asociarse a un chakra en concreto. Así pues, los chakras no solo representan unas partes concretas del cuerpo físico, sino también zonas concretas de la conciencia.
Cuando sentimos tensión en la conciencia, la sentimos en el chakra asociado a esa parte de la conciencia y, a su vez, en las zonas del cuerpo físico que están relacionadas con ese chakra. Donde sintamos el estrés depende del porqué sentimos ese estrés. Cuando alguien resulta herido en una relación, lo siente en el corazón. Cuando alguien esta nervioso le tiemblan las piernas y la vejiga se debilita.
Cuando hay tensión en una parte concreta de tu conciencia, y por tanto en el chakra asociado a esa parte de la conciencia, la tensión es detectada por los nervios del plexo asociado a ese chakra, que la transmiten a las partes del cuerpo que controla ese plexo. Cuando la tensión continua durante un periodo de tiempo, o a un nivel de intensidad determinado, la persona crea un síntoma en el nivel físico. De nuevo, el síntoma sirve para comunicar a la persona, a través de su cuerpo, lo que le está haciendo a su conciencia. Cuando esa persona cambia algo de su forma de ser, es capaz de liberar esa tensión que ha estado creando ese síntoma y es capaz de volver a su estado natural de equilibrio y salud.
Leer el mapa
Cuando leemos el cuerpo como un mapa de la conciencia interior, trabajamos con la idea de que las tensiones en el cuerpo representan tensiones en la conciencia de la persona que afectan a lo que esta sucediendo en la vida de esa persona en el momento en que aparece ese síntoma. La persona siente tensión por algo que estaba ocurriendo en su vida en ese momento.
Vamos a examinar el mapa de la conciencia que nos proporcionan los chakras para entender el lenguaje de los síntomas que están asociados a cada chakra. De hecho, para completar este mapa, debemos mirarnos a nosotros mismos como una polaridad del yin y el yang, con características femeninas y masculinas.
Para la mayoría de personas, su lado derecho es el lado yang, su lado de la voluntad, su parte actuante o activa. El lado izquierdo corresponde al lado yin, el lado femenino, su lado de los sentimientos o de la adaptación. En el caso de las personas que han nacido zurdas, esta polaridad esta invertida. Así pues, para una persona diestra, su pierna derecha puede describirse como la pierna de la voluntad, o su pierna masculina, o la base de su voluntad; para una persona zurda su pierna izquierda será su pierna masculina o de la voluntad, y así sucesivamente. De este modo podemos hablar del brazo de la voluntad, del ojo de la voluntad o de la ventana de la nariz de la voluntad, etc. Y el lado de que se trate dependerá de si la persona es diestra o zurda.
Cada uno de los chakras es energía que vibra a una cierta frecuencia, en una secuencia lógica y ordenada de siete vibraciones. A medida que vamos subiendo en la escala, los elementos se van haciendo mas y mas sutiles, moviéndose a través de los cinco elementos físicos -la tierra, el agua, el fuego, el aire, y el éter- hacia los elementos espirituales del sonido interior y la luz interior. El elemento mas pesado queda en el fondo, y el mas ligero en la cima. Es una secuencia lógica y ordenada.
Los colores del espectro también representan una serie de siete vibraciones en una secuencia lógica y ordenada, del mismo modo que las notas de la escala musical. De este modo, podemos colocar las vibraciones mas pesadas o las que tengan mayor longitud de onda en el fondo, y las mas ligeras en la cima. Puede usarse un color concreto para representar un chakra en su estado puro, del mismo modo que una nota musical. La música tocada en una clave en concreto hace vibrar a un chakra en particular, y nosotros nos sentimos de un modo especial cuando escuchamos esa música. Nuestra relación con un color en particular dice algo sobre nuestra relación con la parte de nuestra conciencia que representan ese color.
MARTIN BROFMAN