Decidimos honrar a la vagina desde la estética (no nos referimos a aquel lugar en el que pides a Gladys casquete corto sino a la apreciación de lo bello) y darles algunos datos curiosos ¿Por qué no hablar de la vagina?
La vulva, a diferencia de la representación del falo, es poco habitual en el arte, exceptuando Great Wall of Vagina de Jamie McCartney, en el que 400 mujeres participaron para crear esta gran pared, incluyendo madres e hijas, gemelas idénticas, transexuales, labioplastias antes y después; algunos dijeron que la obra era sexista porque mostraba sólo partes femeninas sin las caras, pero la intención del artista era que las mujeres notarán que cada cuerpo es distinto, dado el aumento de vaginoplastias durante los últimos años.
Los genitales femeninos han sido durante mucho tiempo una fuente de fascinación pero también de confusión. Hoy en día parece que la creación de imágenes de la vagina es dominio exclusivo de los pornógrafos, artistas eróticos y feministas. Mi estimado
chaquetón caballero y apreciada damisela, a continuación algunos datos vaginales para platicar en reuniones familiares y romper el hielo.
La vagina se puede ampliar hasta un 200% durante las relaciones sexuales y el parto, para posteriormente volver a su forma original.
La palabra “vagina” significa: vaina y la palabra “vulva“ significa: envoltura, ambas provienen del latín. Entre las formas más peculiares de renombrarla nos encontramos con: El ojo de tundera, la chimuela, la chiquitiada, la cachucha y el jicamón (apodos avalados únicamente por Doña Gaby, ni se les ocurra llamarla así).
Mientras que el cabello tiene un tiempo de vida de siete años, el vello púbico dura tres semanas; así que no hay porque trenzar la enredadera, se cae sola.
Se pueden contraer enfermedades de transmisión sexual, incluso si se utiliza un condón. Lamentamos decírtelo, pero la piel de la vulva puede tocar al escroto y ¡kabum! aparece el chancro, las verrugas y el herpes.
Los pedos vaginales le ocurren a casi todas las mujeres en algún momento de la vida, se producen por la entrada de aire a la vagina, que al estar formada por una sola cavidad, hace que el aire salga a presión (si huele no es vaginal).
El pH (potencial de Hidrógeno) de la piel vulvo-vaginal de las mujeres varía a lo largo de su vida. Durante la época fértil se sitúa entre 4,5 y 5, que es casi el mismo pH que el vino y la cerveza.
Las vaginas tienen algo en común con los tiburones (no, no es olor, por si querías hacer el chiste). Ambos contienen escualeno , una sustancia que existe en el hígado de tiburón y el lubricante natural de la vagina.
Hay 8,000 terminaciones nerviosas en el clítoris, dedicados exclusivamente al placer femenino (el clítoris es donde está la acción, trátalo suavemente, con la delicadeza con la que tocas un Ipad: “presiona sin romper“), esto suena muy bien en comparación con el glande de pene que sólo tiene 4,000; aunque ya el paquete completo masculino tiene 24, 000 terminaciones nerviosas.
El vello púbico no sólo sirve para hacerse figurillas o ponerse flamas o letras (sí, letras) funciona como un aislante, protege de la temperatura. No estamos tan seguros de por qué los seres humanos tienen el pelo púbico, somos la única especie del planeta que lo tiene. Se cree que tiene algo que ver con la captura de las feromonas (los olores que segregan durante la excitación sexual).
Vagina y vulva son parte distintas, ambas están unidas pero mientras que la vagina es un órgano interno, la vulva se mantiene en el exterior. La vulva es donde se encuentra la abertura de la vagina.
Los ginecólogos recomiendan ciertos hábitos para un olor vaginal fresco, que incluyen 1) eliminar el vello púbico; 2) limpiar con toallitas húmedas en lugar de papel higiénico, 3) beber jugo de arándano 4) chones de algodón para mantener la vagina aireada; 5) tomar probióticos para mantener la flora vaginal sana; 6) evitar las mallitas y 7) comer una dieta sana, a base de vegetales. Los alimentos como el café, los espárragos, el betabel, el alcohol, el brócoli, la cebolla, el ajo propician un olor más fuerte.
Los ejercicios de Kegel sirven para fortalecer los músculos de la vagina, lo que es beneficioso para las mujeres durante el parto, las infecciones urinarias, e incluso aumentar el placer orgásmico. La buena noticia es que los hombres también pueden beneficiarse de los ejercicios de Kegel, para prevenir la eyaculación precoz y para el fortalecimiento de la erección. Ahora queridos lectores, ¡aprieten!