Sabíamos que un empleo odioso, una relación tóxica o incluso la crisis económica podían arruinarnos la vida. Sin embargo, ignorábamos hasta qué punto. Ahora, un flamante estudio sueco halló que las mujeres que lidiamos con altos niveles de estrés a diario en la mitad de la vida, podríamos tener más riesgo de padecer Alzheimer en la tercera edad.
El trabajo, publicado online el 30 de septiembre en la revista científica British Medical Journal Open,evaluó a 800 mujeres durante alrededor de 4 décadas, desde sus 30 años hasta sus 50. Hacia el final del estudio, el 19% había desarrollado demencia, especialmente alzhéimer. Los investigadores observaron que el riesgo aumentaba a la par del número de situaciones vitales de estrés que las mujeres reportaban: por cada una, las posibilidades de sufrir alzhéimer se elevaban en un 17%.
Una enfermedad, ¿con signo femenino?
El alzhéimer es la principal causa de demencia. Aunque el envejecimiento es el primer factor de riesgo, la mayoría de quienes lo sufren tienen alrededor de 65 años, y el 5% de las veces se despierta entre los 40 y los 50 años, según datos de la Asociación de Alzheimer de los Estados Unidos.
El alzhéimer es la principal causa de demencia. Aunque el envejecimiento es el primer factor de riesgo, la mayoría de quienes lo sufren tienen alrededor de 65 años, y el 5% de las veces se despierta entre los 40 y los 50 años, según datos de la Asociación de Alzheimer de los Estados Unidos.
Las estadísticas de la asociación alarman: más de 5 millones de estadounidenses conviven con el alzhéimer. Cada 68 segundos, un habitante de EEUU desarrollará la enfermedad, que constituye la sexta causa de muerte en ese país. Esto es lo que podemos observar en el siguiente video.
¿Otra mala noticia? Nos afecta más a las mujeres que a los varones. “La proporción es 3 a 2. Tres mujeres padecerán Alzheimer por cada dos hombres”, señala a Yahoo Mujer el doctor Marwan Sabbagh, director del Instituto de Investigación Médica Banner Sun y profesor e investigador de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Arizona. “La edad y la herencia contribuyen a que aparezca, sin duda, pero estamos empezando a comprender cómo ciertas condiciones de salud, incluido el estrés, influyen en el riesgo”, añade.
Estrés y daño cerebral, un vínculo desconocido
El alemán, como se le conoce al alzhéimer, es una condición degenerativa que afecta al cerebro y causa problemas de memoria, conducta y pensamiento. Cómo se inserta el estrés crónico en esta ecuación es todavía una interrogante. “Sabemos que los trastornos crónicos del sueño son nocivos y que el estrés puede provocarlos. Sabemos que el estrés crónico altera el humor, lo cual puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo. Que eleva la presión arterial, lo cual repercute a nivel cerebral. Sin embargo, los efectos directos del estrés sobre el cerebro son difíciles de medir en humanos, con lo cual la respuesta es desconocida”, amplía Sabbagh.
El alemán, como se le conoce al alzhéimer, es una condición degenerativa que afecta al cerebro y causa problemas de memoria, conducta y pensamiento. Cómo se inserta el estrés crónico en esta ecuación es todavía una interrogante. “Sabemos que los trastornos crónicos del sueño son nocivos y que el estrés puede provocarlos. Sabemos que el estrés crónico altera el humor, lo cual puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo. Que eleva la presión arterial, lo cual repercute a nivel cerebral. Sin embargo, los efectos directos del estrés sobre el cerebro son difíciles de medir en humanos, con lo cual la respuesta es desconocida”, amplía Sabbagh.
La Dra. Carolyn Dean, autora del libro The Everything Alzheimer’s Book, ofrece a Yahoo Mujer una explicación: “Cuando el estrés, agudo o crónico, disminuye los niveles de magnesio, varios factores entran en juego: enfermedad cardiovascular, hipertensión, colesterol, diabetes, que suelen ser tratados con medicamentos que acentúan la disminución de este mineral. El magnesio es un antioxidante y antiinflamatorio clave. Cuando está en falta, el cuerpo se vuelve más tóxico y se inflama, y la inflamación está muy involucrada con el alzhéimer”.
En concreto, ¿significa esto que el estrés cotidiano podría conducirnos a sufrir demencia en el futuro? No necesariamente.
Más investigación
Según Sabbagh, el estudio sueco trazó hipótesis que vale la pena investigar en profundidad. “Es lógico y es posible que el estrés crónico altere el riesgo de alzhéimer, pero es difícil de probar con este solo trabajo, porque: 1) fue un estudio observacional, no un experimento; 2) las personas responden al estrés de manera distinta; 3) otro tipo de hábitos y condiciones de salud de las participantes del trabajo podrían influir en los resultados”.
Según Sabbagh, el estudio sueco trazó hipótesis que vale la pena investigar en profundidad. “Es lógico y es posible que el estrés crónico altere el riesgo de alzhéimer, pero es difícil de probar con este solo trabajo, porque: 1) fue un estudio observacional, no un experimento; 2) las personas responden al estrés de manera distinta; 3) otro tipo de hábitos y condiciones de salud de las participantes del trabajo podrían influir en los resultados”.
Por su parte, a Dean le resultó “fascinante” la investigación y cree que puede ayudar a las personas a aprender a manejar y a evitar el estrés, en lugar de permitir que se acumule. La lección está dirigida principalmente a nosotras, las mujeres, “que cuidamos de todos los demás, solemos dejar de lado nuestras necesidades y nos matamos para llegar a hacer todo”.
¿Qué haces tú para controlar el estrés cotidiano?