Se viene el calorcito. Y está para tomarse un helado. El tema es que tu elección no es tan inocente. Cada cosa que te atrae, cada cosa que rechzás tiene que ver con tu personalidad. Con tus más profundos deseos, con tus más fuertes debilidades. ¿Y si me gusta el sambayón y no me gusta el limón, qué pasa? ¿Y si solo pido dulce de leche? ¿Y si combino los gustos de acuerdo a los colores? Bueno, ahí quiere decir que estás loco de atar.
Hace poco Baskin-Robbins realizó un estudio en colaboración con el Dr. Alan Hirsh, fundador del Smell Taste Tratment and Research Fundation. Su misión era identificar el significado que hay detrás de cada elección de helado, para descubrir la manera en que se relacionaba con tus maneras de tratar al mundo.
El helado y la personalidad:
Vainilla
Impulsiva, idealista e influenciable.
Impulsiva, idealista e influenciable.
Frutilla
Tolerante, devota e introvertida
Tolerante, devota e introvertida
Chocolate
Dramática, encantadora, vivaz, coqueta, seductora y crédula.
Dramática, encantadora, vivaz, coqueta, seductora y crédula.
Chocolate chips de menta
Argumentativa, precavida y delicada.
Argumentativa, precavida y delicada.
Almendras
Escrupulosa, consciente y perfeccionista.
Escrupulosa, consciente y perfeccionista.
Granizado
Generosa, competente y proactiva.
Generosa, competente y proactiva.
Crema del cielo
Agresiva, buena escuchando y atractiva.
Agresiva, buena escuchando y atractiva.