La iridología es una forma sumamente precisa de evaluar la condición de los tejidos y los fluidos del cuerpo, en la que vemos entrelazada la práctica del estudio integral del cuerpo humano de manera creativa e intuitiva, y el entendimiento del proceso salud-enfermedad.
Si bien se sabe de textos y gráficas antiguas que muestran el uso empírico de la iridología hace cientos de años, es a Ignatz Von Peczley (Hungría 1826) a quien se le da la bandera de arranque de esta forma de diagnóstico.
Proceso salud-enfermedad
En la gráfica iridológica, las células nerviosas del iris hacen un registro del grado de vibración de sus zonas reflejas en el resto del cuerpo, lo que produce cambios en las marcas y colores en el mismo.
Gracias a esto podemos ir siguiendo y dirigiendo, por medio de las distintas técnicas terapéuticas, el proceso de curación, monitoreando una lectura del cuerpo para dar tratamiento a las verdaderas causas de los problemas del paciente
Es importante señalar que la lectura iridológica no es intrusiva y revela un mapa del estado actual, global y total del cuerpo del paciente orgánicamente y sin disecciones.
La ciencia médica actual tiende a fragmentar al organismo para su estudio, lo que origina que existan cientos de especialistas y micro especialistas que trabajan sobre partes segmentadas y aisladas del cuerpo humano.
Entendiendo que en la mayoría de las ocasiones la iridología presenta signos reflejos mucho antes que el paciente muestre síntomas, es que la vemos como una técnica de diagnóstico importante dentro de los marcos de la medicina preventiva.
Por otro lado, señala la desconexión que existe entre el cuerpo, las emociones y los más sutiles mecanismos de expresión de las distintas alteraciones patológicas del organismo.
A través del estudio y práctica de la iridología y la esclerología podemos identificar el proceso de enfermedad del paciente a nivel individual y entendemos que las enfermedades se dan por ciclos, son individuales y no son generadas de la noche a la mañana.
Asimismo, empezamos a ver que los pacientes deben ser tratados de forma particular estudiando su caso individualmente y no simplemente como enfermos portadores de sus ya catalogadas enfermedades.
Como iridólogos no estamos interesados en el nombre de las enfermedades, sino, en la comprensión y corrección de sus causas y principios más elementales. El estudio oftálmico-somático o iridología nos revela el estado físico y emocional del paciente ya que no hay una barrera que divida y separe una cosa de la otra.