La sociedad actual suele considerar al proceso de la sanación como algo extraordinario y misterioso, accesible solo a los chamanes y a quienes poseen "dones" especiales o contacto directo con Dios, cuando en realidad todos tenemos esos dones y todos somos sanadores.
Todo se puede curar nos presenta a la curación o sanación como una técnica de la conciencia, como un conjunto de herramientas accesibles a cualquiera que desee aprender el proceso. La presente es una obra técnica, un manual sobre el funcionamiento y el proceso de sanación, que incluye los principios y los conceptos que constituyen el sistema Cuerpo-Espejo. Su lectura y su estudio te ayudarán a conocerte mejor y te enseñara como curarte a ti mismo y a los demás 3
Prefacio
Prefacio
Antes de 1975, yo no creía en ninguna de las ideas presentadas en este libro. No fue sino hasta que se me diagnosticó un tumor en la columna ya en proceso terminal —por lo que me pronosticaron tan sólo uno o dos meses de vida—, cuando me sentí estimulado a investigar acerca de la relación existente entre la consciencia y el cuerpo, a fin de encontrar una cura para mi enfermedad.
Decidí trabajar conmigo mismo utilizando técnicas de relajación, visualización, pensamiento positivo, meditación y afirmaciones, que había aprendido en un programa conocido como el Método Silva. Motivado por la necesidad de curarme, me adentré también en las religiones orientales y en las filosofías esotéricas, así como en la psicología occidental. Busqué en todas las áreas que me pudieran proporcionar alguna información que pudiera ser útil para salvarme la vida.
Tras dos meses de trabajar conmigo mismo, obtuve la recompensa al oír a los médicos decirme que «debían haber cometido algún error», pues el tumor ya no existía, ni tampoco ninguno de los síntomas. Cuando concluyó mi curación, comencé a enseñar a otras personas los instrumentos de auto— curación que yo había empleado y a compartir con ellas los descubrimientos realizados durante mi proceso curativo.
Algunas de esas personas me pidieron que las curara. Al principio me resistí, pensando que todos tenemos el poder y la capacidad de curarnos a nosotros mismos. Sin embargo, a algunas de esas personas les resultó difícil aceptar tales ideas o bien no supieron cómo desarrollar la claridad y la objetividad necesarias para llevar a cabo su proceso de curación.
El hecho es que creían más en mi capacidad de curarlos que en su propia capacidad para curarse a sí mismos.
A pesar de mi insistencia en que podían hacerlo ellos solos, seguían pensando que era yo quien debía sanarlos.
A pesar de mi insistencia en que podían hacerlo ellos solos, seguían pensando que era yo quien debía sanarlos.
Si me negaba a atenderlos se quedaban sin curarse, lo cual me hacía sentirme muy mal. Pensé que, como autor de la obra, debía buscar un final feliz: esas personas deberían estar curadas cuando se despidieran de mí. Así fue como finalmente decidí participar en su proceso, convirtiéndome de este modo en sanador.
A medida que trabajaba con más personas, fui viendo cada vez con más claridad la relación existente entre lo que sucedía en su cuerpo y lo que sucedía en su consciencia. Gradualmente comencé a desarrollar un modelo que parecía incluir todas las ideas que había estudiado y que reflejaba también mis experiencias, así como lo visto en las curaciones realizadas. El resultado fue un sistema de curación que decidí llamar Sistema Cuerpo-Espejo, y que presenta la idea de que el cuerpo de la persona es un espejo de su vida.
Las partes del cuerpo que no funcionan debidamente reflejan los aspectos de la vida de la persona que tampoco funcionan de un modo adecuado; es decir, aquellos aspectos de su vida que generan estrés y tensión en su consciencia.
El estrés presente en la consciencia de la persona, relacionado con algún aspecto particular de su vida, se acumula en forma de tensión a nivel físico, en una determinada zona del cuerpo. Así pues, podemos considerar al cuerpo como un mapa de la consciencia del individuo. El proceso curativo comprende la liberación de las tensiones, no sólo del cuerpo, sino también de la consciencia, y la vuelta al estado natural de equilibrio.
La curación ha sido siempre vista de una manera errónea, con recelo y temor. La sociedad la ha considerado como algo extraordinario y misterioso, accesible sólo a los chamanes, a los hombres de ciencia y a aquellos que tienen «dones» especiales, contacto directo con Dios o alguna otra circunstancia extraordinaria no accesible a la gente común, cuando de hecho, todos poseemos esos dones y todos somos sanadores.
El propósito de este libro es presentar la curación como una tecnología de la consciencia; es decir, un conjunto de instrumentos accesibles a cualquier persona que desee aprender el proceso.
Este es un manual técnico del proceso curativo, que combina conceptos procedentes de las tradiciones orientales con los de la psicología occidental. Los lectores familiarizados con las filosofías esotéricas encontrarán aquí el esclarecimiento de muchos conceptos relacionados con esas disciplinas, mientras que aquellas personas que no poseen ningún antecedente en tales áreas, hallarán las ideas y las técnicas presentadas de una manera tan sencilla que podrán comprenderlas y aplicarlas con toda facilidad.
Este libro contiene las ideas, los principios y las filosofías que integran el Sistema Cuerpo-Espejo de Curación y Autoconocimiento. Mi deseo es que te sea de utilidad para conocerte a ti mismo y para saber cómo curarte a ti y a los demás. No hay ninguna enfermedad de la cual alguien, en alguna parte, no haya sido curado. Lo que una persona puede hacer, cualquier persona lo puede hacer.
Introducción
Todo comienza en tu consciencia Todo lo que sucede en tu vida y todo aquello que sucede en tu cuerpo comienza con algo que ocurre en tu propia consciencia.
Cuando en tu vida se presentan ciertas situaciones, tú eliges responder a ellas de una manera en particular. Tú tomas las decisiones, tú decides qué sentir, qué pensar, qué hacer. O puedes no decidir. Eso también es una decisión.
Este proceso no comienza a una determinada edad. Siempre ha existido. Es intemporal. Como consciencia que eres, has estado llevando a cabo tal proceso desde que naciste en tu cuerpo humano, durante tu primera infancia, tu niñez y tu adolescencia, y lo seguirás haciendo en tu vida adulta, y aun después de que abandones tu vehículo biológico humano.
Cuando respondes a las distintas situaciones de manera óptima, permaneces en equilibrio y el proceso continúa.
Cuando reaccionas de tal forma que el resultado es tensión o síntomas físicos, algo no se ha hecho bien o no ha funcionado correctamente. Algo está en desequilibrio.
Cuando reaccionas de tal forma que el resultado es tensión o síntomas físicos, algo no se ha hecho bien o no ha funcionado correctamente. Algo está en desequilibrio.
El estado natural de la consciencia es el equilibrio. La salud es la vuelta al estado de equilibrio y a la integridad física. En nuestra sociedad se nos ha enseñado a pensar que las causas de las enfermedades o de los problemas físicos provienen del exterior. Si bien, en el plano físico, esto es cierto, también es verdad que ello sucede sólo cuando las circunstancias de tu consciencia lo permiten.
Si continúas con la tendencia de buscar remedios y soluciones externas, seguirás sin ver las situaciones de tu vida y las tensiones de tu consciencia con las que están relacionados —y que de hecho han creado— los síntomas físicos. En consecuencia, te verás como una víctima de las circunstancias y serás incapaz de liberar las tensiones de tu consciencia que se interponen entre ti, la salud y la felicidad que buscas.
Si eliges hacer algo para aliviar los síntomas de una manera distinta a los enfoques modernos tradicionales, puedes hacerlo reorientándote hacia la percepción de que todo comienza en tu propia consciencia. De esa forma estarás asumiendo la responsabilidad de todo lo que ocurre en tu cuerpo, en tu vida y también de aquello que eliges plasmar o te permites aceptar en tu consciencia.
Puedes recordarte hasta qué punto creas tu realidad. Puedes recordar también tus ilimitadas capacidades naturales y los instrumentos internos que siempre has tenido a tu disposición para curarte y la manera de utilizarlos. Y también que puedes responder a tu entorno de una manera distinta, una manera que te funcione mejor.
El propósito de este libro es recordarte las conexiones que existen entre tu consciencia y tu cuerpo. Es también un manual de usuario del equipo que has tenido desde que llegaste a este mundo y de los instrumentos que siempre han estado a tu disposición, y a la de todos nosotros.
Todos somos sanadores, y en alguna parte profunda de nuestro interior sabemos que todo se puede curar.
Todos somos sanadores, y en alguna parte profunda de nuestro interior sabemos que todo se puede curar.