Entre las frutas que mayor aceptación gozan está la amada uva, fruta milenaria e histórica, cuyas semillas aportan también algunos beneficios…
Algunos estudios médicos han demostrado que la semilla de la uva constituye un excelente suplemento para prevenir las enfermedades del corazón y arteriosclerosis, ya que contiene el famoso componente amargo conocido como tanino, fortalece las paredes arteriales. Además, aportan está el reducir la agregación plaquetaria en la sangre (reduciendo así el riesgo de ataques cardíacos), y por estar compuestas de flavonoides antioxidantes, eliminan los radicales libres del oxígeno de las células.
Las semillas también tienen vitaminas C, D y polifenoles. Los polifenoles son compuestos ricos en antioxidantes. Los antioxidantes batallan contra el daño que producen los radicales libres. El daño del radical libre es un producto natural del envejecimiento que hace que el cuerpo se desgaste rápido. Los nutrientes que se encuentran en las semillas de las uvas refuerzan y protegen las células así como también aceleran su proceso de renovación. Comer un puñado o más de semillas de uva por día es una fabulosa forma de darle al cuerpo nutrición extra.
Las semillas también tienen altos niveles de fitoestrógenos. Los fitoestrógenos son estrógenos de las plantas, que son más débiles que los que se forman en el cuerpo humano. Estas hormonas de las plantas ayudan a regular su balance hormonal. Además, los fitoestrógenos han sido vinculados con una baja incidencia en los cánceres femeninos de mamas y de ovarios.
Las semillas de las uvas son pequeñas, pero están llenas de nutrientes concentrados. Es perfectamente seguro comerlas, y es más, comerlas regularmente puede ser un adicional sano de tu dieta. Hasta las puedes convertir en aceite. Están llenas de los ácidos grasos del Omega 3.
Las semillas de la uva tienen un sabor amargo. Las puedes comer enteras o en polvo. El polvo se puede usar como medicina para estimular al sistema inmune. Por ejemplo, puedes agregarle el polvo de las semillas a un batido de proteínas o a un caldo. Las semillas de las uvas rojas generalmente tienen un sabor más fuerte.
En el mercado podemos encontrar también el aceite de pepitas de uva. Este aceite se extrae de la presión de las semillas de la uva roja que es la misma que se utiliza para hacer el vino. Ofrece múltiples beneficios a nuestra salud y no debería faltar en ninguna cocina, pues su uso es muy recomendable.
El aceite de semillas de uva es muy recomendable para freír u hornear todo tipo de alimentos, ya que al calentarse no produce carcinógenos y es ideal crudo para aderezar nuestras ensaladas.
Usar este aceite tienen muchísimos beneficios, aquí algunos de ellos:
- Ayuda a reducir el colesterol malo, LDL.
- Ayuda a controlar los triglicéridos.
- Aumenta el colesterol bueno (HDL)
- Previene la hipertensión y la obesidad.
- Previene los infartos.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Tiene propiedades anticoagulantes.
- Efectivo contra el estreñimiento.
- Tiene propiedades antiinflamatorias.
- Ayuda a combatir problemas oculares como la tensión ocular.
Y eso no es todo, este aceite de semilla de uva también tiene muchos usos y beneficios a la belleza, ya que es un gran antioxidante y es un ingrediente muy utilizado en la composición de muchos de los productos de belleza que nos ofrece el mercado.
Es un aceite que nuestra piel absorbe muy fácilmente, por lo que incluso lo podemos utilizar como sustituto de la crema hidratante ya que no deja una sensación grasosa en el cuerpo.
De tal manera es muy efectivo para:
- Combatir la celulitis.
- Fortalecer la piel, manteniéndola más tersa y sin arrugas.
- Es ideal para combatir el acné.
- Podemos usarlo para humectar nuestra piel.
- Magnífico para usarlo como aceite para masajes.
Así que la próxima vez que visiten el supermercado busquen este aceite. Si no lo encuentran puede ser que en algunas tiendas naturistas especializadas sí.