Comencemos con una de las consecuencias más alarmantes de esta billonaria industria, la contaminación de los cuerpos de agua en nuestro planeta. Solamente en China, 320 millones de personas no tienen acceso a agua potable y el 40 % del agua en el mundo entero, está siendo contaminada en parte, al uso de químicos utilizados en la producción de textiles, químicos que en su mayoría, son cancerígenos.
Una investigación realizada por Greenpeace en Indonesia, reveló cómo una fábrica de textiles, se encontraba arrojando a las de fuentes de agua potable, una mezcla de químicos muy peligrosos, capaces de causar problemas hormonales. Lo peor, es que esta realidad es un problema mundial que crece día a día.
Químicos muy peligrosos se usan muchas veces en los textiles / Foto: Thinkstock
Esto sin contar, que cuando lavamos nuestra ropa en casa, dichos químicos son liberados nuevamente a través de los acueductos. Creando una cadena de contaminación que nos afecta a nosotros y a nuestras fuentes de alimento.
Otras de las víctimas en el mundo de la moda son los animales; conejos, perros, gatos y otros inocentes son despellejados vivos para convertirse en abrigos económicos. Mientas zorros, angoras y minks sufren estas mismas torturas para ser convertidos en costosos accesorios por los que algunos pagan miles de dólares.
Fábrica en la que los conejos son despellejados vivos / Foto: peta.org
Debido a la demanda de pieles exóticas, millones de animales son sometidos a las más crueles circunstancias para producir carteras, zapatos, billeteras, etc. Lo cual está incitando a la caza ilegal de animales en peligro de extinción, así como a la creación de criaderos ilegales.
Minks enjauladas sin alimentación o ayuda veterinaria sufren de dolorosas y agonizantes infecciones / Foto: pe …
En el mundo entero, organizaciones cómo Greenpeace, Peta, WWF (Fondo de Vida Salvaje, por sus siglas en ingles) y los gobiernos de algunos países están iniciando campañas de concientización y educación al respecto.
Es fundamental que aprendamos a consumir moda local, proveniente de fuentes renovables y orgánicas. Además de mantenernos enterados y alejados de las marcas que contaminan a nuestro planeta y acaban con nuestros recursos naturales.
Definitivamente, la moda puede incomodar, destruir y condenar a nuestras nuevas generaciones a graves consecuencias. Por ello siempre debemos leer la etiqueta y educarnos sobre las políticas ecológicas de nuestras marcas preferidas, pues somos los consumidores quienes tenemos la última palabra y a su vez, el poder de cambiar esta triste realidad.