Sin embargo, nuestro cerebro funciona de forma sorprendente, segregando las sustancias necesarias para calmar nuestro sistema nervioso. Y lo hace mientras ponemos en práctica simples técnicas o realizamos actividades que no requieren que nos quedemos en la quiebra.
¿Sabías que consumir una buena taza de té negro puede hacer que el cortisol, la hormona del estrés, disminuya en casi un 50%? Así que incluye en tu rutina diaria tiempo para disfrutar de esta infusión fría o caliente.
La práctica de disciplinas como el yoga o la meditación ayudan a controlar nuestra respiración, lo cual se traduce en mejor oxigenación de la sangre y a su vez el mejor funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Busca en el internet los videos de tu comediante favorito y diviértete con ellos, pues la risa disminuye la presión arterial y es una inmediata cura para el estrés. Además, cuando ríes liberas endorfinas, las cuales te hacen sentir feliz.
Sin pasarte de la raya, consume algunos carbohidratos ya que estos producen serotonina, una sustancia química que ayuda a calmar nuestro cuerpo. Lo mismo sucede con las nueces y las semillas.
Como verás, no necesitas gastar mucho dinero para bajar tus niveles de estrés y relajarte un poco. La clave es tener una actitud positiva y disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
@NATTYVILLAVECES