Cuando tengas una preocupación, una angustia o te encuentres ansioso e inquieto, triste o con tendencia a la desesperación y a la depresión, puedes hacer este ejercicio, que te ayudará a tranquilizarte, a encontrar soluciones y paz interior. Prepárate como para meditar.
Pies descalzos, luz tenue, silencio, algo de incienso u otro aroma suave, música para relajación o meditación. Relájate y concéntrate en tu respiración.
Visualiza luz naranja partiendo desde tu corazón y rodeándote. Coloca tus manos sobre tu corazón y con las palmas hacia arriba.
Respira suave y calmadamente, repite
mental y suavemente: PAZ...PAZ...PAZ... Repítelo muchas veces, tantas
como tú quieras, siempre en múltiplos de tres y visualizando la luz
naranja brillante a tu alrededor y desde tu corazón. Respira
profundamente, al soltar el aire, deja que con él salgan tus
preocupaciones o enojos y vayan a fundirse en la luz que te rodea,
observa como se disuelven al entrar en contacto con ella.
Ahora inhala,
siente como la luz entra profundamente en ti, reemplazando las cargas
negativas de que te has desprendido. Repítelo varias veces. Cuando ya te
sientas en calma y en paz, retoma tu nivel de conciencia.