Sunday, October 19, 2014

Las 10 claves para tener un corazón sano (y evitar los infartos)



En la época en la que vivimos es muy importante (puede que más que nunca) mantener una buena salud cardiovascular, y por tanto un corazón sano y fuerte. 

Hace poco mi compañero Carlos nos habló de algunos consejos para mantener sano nuestro cerebro, otro órgano muy importante. Hoy pasaremos a otro de los órganos vitales y sus necesidades de cuidado: El corazón.

1. Mantén a raya tus emociones

Parece lógico, pero por si acaso un estudio a cargo de la Universidad de Málaga (España) y publicado en la Revista Española de Cardiología lo confirma. Las emociones forman parte de nuestro día a día, y algunos las manejamos mejor que otros. Pero, según este estudio, si somos capaces de poner en marcha estrategias para manejar las situaciones emocionales especialmente intensas, contribuiremos a un mejor funcionamiento y adaptación de nuestro corazón delante de los obstáculos diarios.
No se trata de evitar dichas emociones, sino de saber convivir con ellas sin que nos superen.

2. Sé alegre y optimista

Relacionándolo con el punto anterior, parece ser que la alegría y el optimismo juegan un papel igual de importante en nuestra salud mental como en nuestra salud cardiovascular. Como bien sabéis, la felicidad no es un estado constante, sino que tiene sus momentos. Eso sí, si tratamos de llevar nuestra vida con más alegría y optimismo contribuiremos a reducir nuestra probabilidad de sufrir un infarto entre un 33% y un 50%, que ahí es nada.

3. Reduce la toma de analgésicos (siempre que sea posible)

No exagero al afirmar que tomamos analgésicos en exceso. Por un leve dolor de cabeza enseguida tiramos de Ibuprofeno, y si somos demasiado tolerantes ya vamos a por otros como el diclofenaco (más conocido como Voltaren ®) o dexketoprofeno (de la familia del ibuprofeno). Pero este abuso tiene un precio, y es que según un estudio publicado en la revista The Lancet a cargo de la Universidad de Oxford, el consumo excesivo de analgésicos puede aumentar levemente el riesgo de producir problemas cardíacos.
Pero lo peligroso es que este “aumento leve” se acentúa si se sufre obesidad o se es fumador, por lo que lo mejor es no tentar a la suerte y ser cautos. En resumen, no abusar.

4. No seas impaciente

Podemos decir claramente que la impaciencia mata. Y no solo porque podemos tener un accidente al volante por querer ir demasiado rápido, sino porque según afirman desde la Universidad Pace (Nueva York), la impaciencia causa ansiedad y hostilidad, nos mantiene ansiosos, en tensión, afectando al sueño y descanso.
Y la cosa no acaba ahí, sino que hay personas predispuestas a la impaciencia, llamados individuos tipo A, los cuales tienen hormonas como el cortisol y la adrenalina elevadas constantemente (cuando solo deberían estar así en situaciones de estrés, y no de forma permanente). El estudio que lo demuestra se publicó en el Journal of the American Medical Association.

5. Cómprate una mascota

Y si es un perro, mucho mejor. Yo por ejemplo tengo dos. Al menos así se desprende de una revisión de varios estudios a cargo de los investigadores del Colegio Baylor de Medicina de Houston (Texas), los cuales afirman que tener una mascota, y mejor si es un perro, reduce el riesgo de padecer una enfermedad coronaria.

6. Duerme bien

Aunque si lo pensáis bien, dormir bien y las horas necesarias es bueno para casi todo, para el corazón también. Lo que no tendriais tan claro es que dormir bien es tan bueno para el corazón como no fumar.
Así lo asegura un estudio publicado en la European Journal of Preventive Cardiology, donde comentan que dormir bien protege contra las enfermedades cardiovasculares, y además este efecto se potencia con un hábito de vida saludable.

7. Haz ejercicio

Puede que sea una obviedad, pero conviene recordarlo de cuando en cuando: Hacer ejercicio físico de forma constante mejora nuestra salud cardiovascular y nos reduce drásticamente la probabilidad de sufrir un infarto. Sobre todo si el tipo de ejercicio es moderado, durante unos 30 minutos al día de media (natación, bicicleta, correr a un ritmo moderado)

8. Toma una manzana al día y evita los alimentos crujientes o tostados

Yo tengo la mala suerte de que no me gustan las manzanas, pero los alimentos tostados si, habrá que replantearse muchas cosas. En primer lugar, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford y publicado en el British Medical Journal afirma que consumir una manzana al día reduce la probabilidad de sufrir un infarto casi tanto como consumir estatinas (un medicamento prescrito para reducir el colesterol malo en determinados pacientes). OJO, esto no significa que si se toman estatinas podemos dejarlas a cambio de una manzana diaria, es una comparación para que veamos lo bien que sienta a nuestro corazón esta fruta.
Por otra parte, un estudio de la Universidad de Illinois afirma que los alimentos crujientes o tostados son perjudiciales para nuestro corazón. Esto se debería a que los métodos de cocción que crean la costra (o zona tostada) produce productos de glicación o PGA, los cuales están asociados a la formación de las placas de arteriosclerosis.

9. No te saltes el desayuno

Si eres de los que no tiene tiempo ni para desayunar, además de replantearte la ansiedad que provocará tu ritmo de vida, también deberías pensar seriamente lo de volver a desayunar.
Parece algo tonto, pero saltarse el desayuno provoca un descenso de los niveles de glucosa en sangre durante las mañanas, disminuyendo nuestro rendimiento y, a la larga, aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares hasta en un 27%. Al menos esos son los resultados de un estudio de 16 años de duración con más de 26.000 varones publicado en Circulation: Journal of the American Heart Association.

10. Intenta no trabajar por turnos

Por último, cabe hablar del trabajo. Hay trabajos de todo tipo y para todos los gustos, con más o menos estrés, pero parece ser que el hecho de trabajar por turnos es un factor a tener en cuenta.
Según un meta-análisis publicado en la revista British Medical Journal, tras analizar hasta 34 estudios y dos millones de participantes, se detectó una asociación entre el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular con el hecho de trabajar por turnos (turnos nocturnos, mixtos, rotativos, irregulares…). Así que es posible que debáis intentar trabajar en un turno determinado, por salud, si es posible.

Fuente: http://www.medciencia.com/las-10-claves-para-tener-un-corazon-sano-y-evitar-los-infartos/?utm_content=buffer9c1a1&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer