Friday, August 1, 2014

Un paraíso para las bacterias en tu cocina

 
Un acto recurrente que muchos hacemos a diario es tomar nuestro paño o trapo de cocina y con él secamos entrepaños, vitrocerámica, fregadero o incluso vajilla y muebles. 

Es una rutina a la que no damos demasiada importancia y que, sin embargo, puede ser un riesgo tremendo para nuestra salud.
Los paños de cocina pueden contener la bacteria del E.coli, que puede ser mortal. (Fotolia)Un reciente informe del Global Hygiene Council inglés ha estudiado detenidamente en un laboratorio los paños de cocina de Sudáfrica, Reino Unido, los Emiratos Árabes Unidos, India y Estados Unidos. 

Todo con el objetivo de identificar qué tipo de bacterias y en qué nivel se encuentran en ellos. Los resultados han sido alarmantes: nueve de cada 10 paños de cocina están "fuertemente contaminados" y un 10% de todos los analizados mostraron un grado de limpieza "insatisfactorio".
Para que tengamos una idea, un 90% de los trapos están llenos de bacterias, mientras que en el caso de, por ejemplo, la palanca del escusado, ese porcentaje solo alcanza el 20%. Es decir, el baño gana a la cocina en limpieza, al menos en este apartado. Por cierto, de todos ellos, los que peor nota sacaron fueron los británicos.

Echando un vistazo a las cifras podemos incluso marearnos. Un 7% de los paños de cocina mostraron un billón de bacterias por metro cuadrado y, lo que es peor, en un 60% se encontró la bacteria E.coli, que causa molestias estomacales de todo tipo y que puede resultar incluso mortal.
Además, un 25% de los paños analizados presentaron una abundante presencia de pseudomonas, un organismo que se suele vincular a entornos de suciedad y de humedad. No es tan agresiva como la E.coli, pero sí que puede llegar a provocar infecciones menores en ojos y piel, así como enfermedades que pueden llegar a ser graves. 
Los panos de cocina un paraiso de lujo para las bacterias 

Es conveniente cambiar los paños cada dos meses.En realidad, evitar que las bacterias se apoderen de nuestra cocina solo exige una serie de rutinas:
Hay que limpiar con agua caliente los trapos, esponjas y estropajos después de cada uso y cada dos días no está de más darles una pasadita con detergente antibacteriano para acabar con las bacterias que puedan resistirse bajo el grifo.Además, hay que adoptar la sana costumbre de desecharlos cada cierto tiempo.

Establecer un periodo medio es difícil, porque depende del uso que se les de en cada casa, pero, en general, no deberíamos de mantenerlos durante más de dos meses. El olor y el aspecto también nos dan pistas sobre cuándo es conveniente jubilarlos. Para alargar su vida útil un poco más, hay que recordar que pueden (y deben) meterse en la lavadora a 60 grados para que salgan como nuevos.

Otra opción es utilizar esponjas antibacterianas para las tareas más "delicadas", como cuando tenemos que tocar carne cruda, ya sea roja o de pollo, o pescado.
En este caso es mejor no jugársela: nuestra salud nos los agradecerá.