Los pétalos de la flor de hibisco, o rosa china, o flor del beso, están de última moda. Se hace té, se incorpora en los nuevos tragos de la coctelería y es delicioso.
Pero además tiene propiedades curativas…
El hibisco, un regalo de la naturaleza / Foto: Thinkstock
En Egipto y Sudán, el hibisco se utiliza para ayudar a mantener una temperatura corporal normal, la salud del corazón, y fomentar el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
Los magrebíes lo han utilizado para apoyar la salud de las vías respiratorias superiores, incluyendo la garganta. También lo utilizan por vía tópica para apoyar la salud de la piel.
En Europa se ha empleado para apoyar la salud de las vías respiratorias superiores, aliviar elestreñimiento ocasional, y promover la circulación adecuada. Comúnmente es usado en combinación con el bálsamo de limón y la hierba de San Juan para la inquietud y dificultad ocasional para dormirse.
Los magrebíes lo han utilizado para apoyar la salud de las vías respiratorias superiores, incluyendo la garganta. También lo utilizan por vía tópica para apoyar la salud de la piel.
En Europa se ha empleado para apoyar la salud de las vías respiratorias superiores, aliviar elestreñimiento ocasional, y promover la circulación adecuada. Comúnmente es usado en combinación con el bálsamo de limón y la hierba de San Juan para la inquietud y dificultad ocasional para dormirse.
La verdad es que hasta hace poco solo lo conocía por las enormes y carnosas flores que adornan jardines y parques, pero me he encontrado con que incluso el interés científico en esta planta ha ido creciendo en los últimos tiempos.
En 2007, un ensayo clínico de un mes puso a prueba los efectos del extracto de hibisco en losniveles de colesterol. Un total de 42 sujetos fueron asignados al azar a tres grupos para el estudio. Así concluyeron que la dosis óptima fue de 1.000 mg tomados 3 veces al día, y que ayudaba a mantener estables los niveles de colesterol en sangre. De esta forma se convierte en un excelente auxiliar para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Y según otro estudio realizado en 2010, el extracto de hibisco en polvo fue capaz de mantener los niveles de presión arterial dentro de un rango saludable, y no alteró los niveles de potasio.
Cómo hacer té de hibisco
Pon cuatro tazas de agua a calentar en una cacerola mediana. Una vez que el agua comienza a hervir, apaga el fuego. Añade en el agua 8 flores frescas de hibisco o dos cucharadas de pétalos secos. Cubre la cacerola y deja reposar las flores del hibisco durante 5 minutos. No dejes las flores en el agua más de 10 minutos o el té te quedará amargo. Cuela el té de hibisco en una jarra. Añade el jugo de un limón pequeño y azúcar o miel para endulzarlo. Puedes guardar lo que sobró en el refrigerador hasta tres días, antes de desecharlo. La medida individual es de una cucharadita de flores por cada taza de agua.
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