A través de los ojos es posible detectar distintas enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Aquí te contamos cómo interpretar algunas señales que pueden darte los ojos, para que puedas estar alerta y para que no pierdas tiempo y consultes a un especialista. Así evitas complicaciones serias de salud.
De repente, Alfredo notó que no podía leer el menú del día en el bar de la esquina de su oficina. Hacía apenas unos días le habían detectado diabetes y recién comenzaba el tratamiento para normalizar su nivel de glucosa en sangre. Asustado, fue a ver al oftalmólogo quien lo tranquilizó y le dijo que su visión podía cambiar hasta que la diabetes se estabilizara, pero que debía volver a un control al poco tiempo, para descartar preocupaciones.
Ese no es el único síntoma relacionado con la diabetes que puede aparecer en los ojos. También puede manifestarse a través de lesiones en los vasos sanguíneos de los ojos, ya que una elevación en el nivel del azúcar en la sangre puede dañar los vasos de la retina (que es el tejido que recubre la parte interior del ojo).
Además, una diabetes descontrolada puede afectar los ojos seriamente, provocando problemas como las cataratas, el glaucoma y la retinopatía, que hasta pueden resultar en ceguera. En algunos casos puede haber desprendimiento de la retina (que es una emergencia) o degeneración macular.
La diabetes no es la única enfermedad que se puede detectar a través de los ojos. La presión arterial alta (hipertensión), el colesterol elevado y algunas alergias también pueden identificarse de este modo.
Por ejemplo, cuando se presentan arterias de color plateado o cobre en los ojos, pueden indicar presión alta o hipertensión. Esto puede ser de mucha ayuda, ya que se estima que alrededor del 20 por ciento de las personas con hipertensión no saben que tienen esta enfermedad.
Así, los ojos pueden ser la primera señal de alerta que te ayude a combatir esta condición que muchas veces no da síntomas. Sin embargo, en algunas ocasiones, la presión alta puede causar dolores de cabeza, mareos, cansancio y zumbido en los oídos.
Otra señal de alerta que te debe hacer ir con un oculista u oftalmólogo (que son los médicos que se especializan en la salud de los ojos), es tener un lunar en la parte interior del ojo. Este puede indicar la presencia de melanoma o cáncer, ya que los rayos del sol no sólo pueden afectar a la piel sino también a los ojos.
Detectar el cáncer en los ojos lo antes posible es muy importante para evitar que se disemine a otros tejidos, causando metástasis. Otros síntomas del melanoma ocular son ojos saltones, cambio en el color del iris, visión deficiente en un ojo, enrojecimiento y dolor en el ojo, un defecto pequeño en el iris (lo que le da la coloración azul, verde, café o marrón al ojo) o en la conjuntiva (lo blanco del ojo).
Asimismo, si tienes ampollas o llagas internas en el ojo por acumulación de líquido detrás de la retina, pueden indicar la presencia de una enfermedad llamada retinopatía serosa central, una condición cuya causa exacta se desconoce, se piensa que el estrés emocional podría desencadenarla, generalmente afecta a los hombres entre los 20 y 50 años de edad, aunque puede afectar a las mujeres también y provoca visión borrosa o una visión nocturna disminuida.
Por último, si notas que los vasos sanguíneos en la conjuntiva (la parte blanca del ojo) están inflamados (hinchados), entonces puede tratarse de alguna alergia ocular o conjuntivitis alérgica. La alergia puede ser al polvo, al polen, a los pelos de las mascotas o a alguna otra sustancia que esté presente en el aire, por ejemplo.
Esto se produce porque el sistema de defensas, en su intento de combatir lo que percibe como un ataque, crea anticuerpos que hacen que el ojo libere histaminas y otras sustancias para combatir al alérgeno (la sustancia que provoca la alergia), lo que también puede provocar enrojecimiento, picazón y lagrimeo en los ojos.
Hay algo importante, es diferente el examen que hace un oftalmólogo que es de lo que hemos hablado aquí y lo que se conoce como iridología (en donde supuestamente te leen el iris), que es diferente y no tiene bases científicas.
Ahora ya conoces un poco más sobre la salud de tus ojos y las señales que pueden indicarte la presencia de algún problema. No dejes que este se vuelva una complicación mayor. Ante cualquier duda o sensación extraña, no pierdas tiempo y consulta a un o una oftalmólogo(a).