Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida.
La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en entredicho.
También se introducen frecuentemente otras características, como aumento de pro-vitaminas o inclusión de vacunas. Con esta técnica se trasladan, por ejemplo, genes de una planta a otra especie de planta o a un animal y viceversa.
Es una práctica controvertida, ya que varios grupos ecologistas argumentan que los transgénicos podrían causar problemas sanitarios y medio ambientales
Posibles peligros para la salud
a) Resistencia a los antibióticos:
Un método común en la ingeniería genética, aplicado a la creación de transgénicos, es la introducción de genes que determinan cierta resistencia a unos antibióticos denominados marcadores. Dicho método se utiliza con el fin de verificar que el gen de interés haya sido efectivamente incorporado en el genoma del organismo huésped. Este es el caso del maíz transgénico, que posee un gen resistente a la ampicilina, por lo que una sola mutación de éste inducirá una resistencia a los antibióticos del grupo de las cefaloporinas (según el Dr. Salvador Bergel).
b) Recombinación de virus y bacterias, que puede originar nuevas enfermedades:
La abundante utilización de bacterias, virus y plásmidos en la creación de OMGs (los cuales tienen un alto potencial recombinatorio) podría dar como resultado la creación de nuevas cepas de enfermedades existentes más resistentes, o de nuevas enfermedades.
c) Mayor nivel de residuos tóxicos en los alimentos:
En las especies resistentes a herbicidas, los mismos son utilizados en cantidades mayores a las que se podía usar anteriormente. Es el caso de la soja transgénica RR (RoundUp Resistent) resistente al herbicida glifosato. Esta soja con genes de bacteria (y ésta, a su vez, con genes del Gro. Petunia insertados en su genoma) resiste hasta seis veces más glifosato sin sufrir daños. En el momento de cosecharse, los porotos de esta leguminosa contienen restos considerables de glifosato. En otros casos, el nivel de residuos dismininuye. Por ejemplo, el maíz BT, modificado para expresar la toxina del Bacillus thurigiensis.
d) Potencial generación de nuevas alergias:
La mayoría de los alimentos transgénicos contienen proteínas del género transgénico, para las cuales no hay métodos seguros para determinar si poseen o no capacidad alergénica. Las propiedades alergénicas pueden ser, a través de la ingeniería genética, transferidas de un alimento alergénico a otro que no lo es. En 1999 el York Nutrition Lab. de Inglaterra incluyó por primera vez la soja entre los diez posibles alergénicos en la alimentación humana, y los casos de alergias subieron 50% en los años en que se introdujo la soja transgénica en el país (coincidiendo con la masificación del uso de soja genéticamente modificada).
Otros estudios muestran la ausencia de un efecto mensurable sobre la salud, a pesar de que hace ya años que millones de personas consumen regularmente estos productos.
e) Efectos secundarios de fármacos transgénicos:
La incertidumbre sobre la inocuidad de los transgénicos utilizados en medicina queda en evidencia en este caso: En mayo de 1999, la Asociación Diabética Británica dio a conocer un informe realizado en 1993, donde 15.000 miembros de dicha asociación (el 10%) denunciaron diferentes grados de molestias físicas desde que usaron insulina transgénica recombinante. Los cambios reportados iban desde una disminución en la efectividad del medicamento o la aparición de efectos secundarios ligeros, como mareos y dolores de cabeza, hasta casos muy graves como la ausencia de síntomas en presencia de hipoglicemia y de entrada a coma diabético. En la actualidad, casi la totalidad de la insulina usada por diabéticos es de origen transgénico, por lo que es posible que los efectos fuesen causados por la administración de insulina, no por su origen recombinante.
f) Efectos desconocidos y no previsibles, incluso mortales:
Al hacer una modificación genética existe cierto nivel de incertidumbre y falta de seguridad sobre el resultado obtenido, ya que las técnicas utilizadas no son totalmente precisas. Según la Dra. Mae-Wan Ho de la Open University en Inglaterra, el nivel de imprecisión no permite, por ejemplo, controlar la ubicación del nuevo gen en la cadena cromosómica o la de sus “restos”, pudiendo quedar fuera o dentro del núcleo y recombinandose con imprevisibles consecuencias. Un ejemplo de esto lo constituye el triptófano transgénico: el triptófano es un suplemento alimentario de venta común en su versión no transgénica.
La empresa japonesa Showa Denko K. K. produjo triptófano transgénico con una bacteria y lo envió masivamente al mercado, sin advertir diferencias con la versión no transgénica y habiendo pasado todos los controles de las agencias estadounidenses: murieron 50 personas y 5.000 quedaron con graves secuelas permanentes por ingerir triptófano transgénico: se había creado una molécula tóxica sin que nadie supiera cómo. (Smith, 2003:111).
Peligros potenciales para el medio ambiente
a) Transferencia de la propiedad transgénica a cultivos nativos, criollos o plantas silvestres emparentadas:
A través de la polinización cruzada (por el viento o los insectos polinizadores), cruzándose entre sí y convirtiendo a cultivos convencionales en transgénicos. Este fenómeno ya ocurre con las variedades no transgénicas hoy en día
b) Transferencia horizontal:
Es el intercambio de información genética entre especies no relacionadas entre sí. Este es un fenómeno que se da en vegetales de forma natural. Se ha detectado que también se produce entre especies transgénicas y especies no transgénicas, incluso bacterias y virus del suelo.
c) Muerte de insectos no objeto:
Para explicar este punto, usaremos el siguiente ejemplo:
Los cultivos transgénicos Bt fueron modificados con los genes de la toxina de la bacteria Bacillus Thuringiensis, para provocar en ellos resistencia a los lepidópteros. El polen de estos cultivos -maíz, por ejemplo- reducen la abundancia de heterópteros, abejas, aves y carábidos depredadores.
d) Generación de resistencia:
El uso masivo de la toxina Bt del glifosato, por ejemplo, está generando resistencia en las plagas de insectos y malezas que se propone combatir. Ya se han encontrado poblaciones de orugas resistentes al Bt y “supermalezas”: tal es el caso del ryegrass, Lolium rigidum (Pratley et al., 1996) y del ballico anual, una de las malezas más comunes en Australia.
e) Mayor contaminación química:
Por ser genéticamente resistentes a los pesticidas, los cultivos transgénicos (ej.: la soja resistente al herbicida glifosato) pueden ser fumigados con cantidades hasta tres veces mayores de estos, comparados con los cultivos convencionales. Además, al crear resitencia en plagas, obligan a los agricultores a utilizar agroquímicos mucho más tóxicos simultaneamente.
Por su parte, las empresas de agro-biotecnología, los científicos especializados en el campo y algunos ecologistas progresistas argumentan que los beneficios de los transgénicos tienen más peso que sus posibles riesgos.
Ventajas hipotéticas
a) Ventajas de la ingeniería genética en el mejoramiento de los cultivos:
Los genes que se incorporan al organismo huésped pueden provenir de cualquier especie, incluyendo bacterias.
Se puede introducir un solo gen en el organismo sin que esto interfiera con el resto de los genes, ni con la descendencia de este.
El proceso de modificación genética demora mucho menos que las técnicas tradicionales de mejoramiento por cruzamiento.
Al hacer posible una mayor producción por metro cuadrado, sería posible reducir la deforestación, que actualmente es la amenaza más grande a la biodiversidad mundial, aunque la realidad demuestra lo contrario: la “fiebre de la soja” en Argentina y otros países arrasa con bosques y selvas nativos.
b) Ventajas para los consumidores:
Mayor producción de alimentos.
Posibilidad de incorporar características nutricionales en los alimentos.
Vacunas comestibles, por ejemplo: bananas con la vacuna de la hepatitis B.
c) Ventajas para los agricultores:
Aumento de la productividad y la calidad de los cultivos.
Resistencia a plagas y a enfermedades.
Tolerancia a herbicidas, salinidad, sequías y temperaturas extremas.
d) Ventajas para el ambiente:
Algunos alimentos transgénicos han permitido una reducción en el uso de productos químicos, como en el caso del Maíz Bt, donde el combate de plagas ya no requiere el uso de fuertes insecticidas que afectaban a otros insectos benéficos.
e) Nuevos materiales:
Plásticos biodegradables y bio-combustibles.