La
aterosclerosis parece estar cambiando de rostro. Los médicos están
dejando de compararla con “un problema de cañerías tapadas”, en el cual
las arterias serían las cañerías tapadas por el colesterol.
Ahora, la
inflamación está en la mira.
¿Nueva causa?
Es fuente de preocupación de pacientes y de estudio constante por parte de los científicos. Además de los factores de riesgo “clásicos” ─colesterol y triglicéridos elevados, tabaquismo, obesidad y diabetes, entre otros─, los expertos siguen buscando más causas detrás de la aterosclerosis, una enfermedad causada por la acumulación de placa grasa en el interior de las arterias, que es una de las principales causas de muerte según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EEUU.
En los últimos tiempos, se ha descubierto que altos niveles de una sustancia llamada “proteína C reactiva” (PCR) en la sangre, incrementarían el riesgo de aterosclerosis y ataques cardíacos. Y resulta que la PCR en abundancia delata la presencia de procesos inflamatorios en nuestro cuerpo. Una inflamación ocurre, tal como explica la institución mencionada, en respuesta a algún daño o infección. Entonces, se crea un círculo vicioso: el daño en las arterias dispara la reacción inflamatoria, que a su vez hace que la placa crezca mucho más rápido, bloqueando el flujo sanguíneo.
Hace 3.000 años la enfermedad ya existía
Uno de los hechos que parecen corroborar que la alimentación occidental ─rica en productos que contienen colesterol─ no sería tan decisiva en el desarrollo de esta enfermedad, es el reciente descubrimiento de esqueletos africanos de 3.000 años de antigüedad con signos de aterosclerosis.
“Las placas arteriales calcificadas que hallamos en estos esqueletos demuestran que no es solo un problema causado por nuestro actual estilo de vida, sino que puede estar relacionado con la inflamación, el historial genético y el envejecimiento en general”, afirmó Michaela Binder, líder de la investigación publicada en septiembre de este año en la revista científica International Journal of Palaeopathology, en un comunicado de prensa de la Universidad de Durham.
Mucho por descubrir
Varios estudios recientes apoyan este nuevo paradigma, en el cual la aterosclerosis se entiende como una enfermedad crónica, en gran medida causada por la inflamación, recopila un artículo de la Universidad de Harvard.
Las arterias van dañándose progresivamente hasta que se bloquean. Esto explicaría, según la institución, por qué la enfermedad avanza lentamente pero “estalla” en un instante. Por eso, las investigaciones actuales apuntan a corroborar si reduciendo los niveles de inflamación también puede combatirse la aterosclerosis.
No olvides consultar con tu médico ante cualquier duda y para realizarte controles periódicos de salud.
Fuente: https://es-us.mujer.yahoo.com/blogs/tusalud/aterosclerosis-problema-colesterol-001841378.html