Los días de las llamadas grasas trans en los alimentos procesados podrían estar contados luego que la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció ayer que no considera seguro para el consumo la principal fuente de esas grasas artificiales: los aceites parcialmente hidrogenados.
En una determinación preliminar divulgada ayer, la agencia federal señaló que los aceites parcialmente hidrogenados (PHO, por sus siglas en inglés) no pertenecerán a las listas de alimentos “generalmente considerados como seguros”, una clasificación en la que se agrupan a los aditivos cuyo uso es aceptado ya sea porque se han utilizado durante años y hay un consenso general sobre su seguridad o porque la evidencia científica demuestra que es seguro. Por el contrario, estos aceites procesados pasarían a considerarse como aditivos alimentarios y su uso estaría limitado a instancias en las cuales la FDA autorice luego de recibir evidencia sobre sus beneficios.
Con esta determinación se prepara el camino para una posible prohibición de las grasas trans en los alimentos que se vendan en los Estados Unidos, una restricción que ya existe en la ciudad de Nueva York, el estado de California y países como Dinamarca, Brasil, Canadá, Costa Rica y Holanda.
“La medida tomada hoy (ayer) por la FDA es un paso importante en dirección a proteger a más estadounidenses contra los posibles peligros de las grasas trans. Una mayor reducción de la cantidad de grasas trans en la dieta de los estadounidenses podría prevenir 20,000 ataques de corazón y 7,000 muertes adicionales por enfermedades del corazón al año, un paso vital para proteger la salud de los estadounidenses”, señaló la comisionada de la FDA, Margaret A. Hamburg, a través de una comunicación escrita.
Ante esta determinación, los manufactureros de alimentos procesados y los restaurantes se verán obligados a sustituir los aceites parcialmente hidrogenados por aceites menos procesados, que posiblemente serán más costosos.
En Puerto Rico, el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) restringe la venta de alimentos con grasas trans desde el 2007. El Reglamento de Calidad y Seguridad establece que solo se podrán vender productos con 0.5 gramos de grasas trans, una cantidad tan pequeña que la FDA dispone que estos alimentos se pueden mercadear como que contienen cero gramos.
Sin embargo, el secretario del DACO, Nery Adames, reconoció que esta directriz no siempre se ha acatado.
“Es algo que nos hemos dado cuenta y tengo esa preocupación, que se estén vendiendo alimentos con grasas trans”, señaló el funcionario.
Esta es la primera vez que la FDA se expresa en torno a las grasas trans y los aceites parcialmente hidrogenados, los cuales son usados como un ingrediente económico para alimentos procesados que necesitan tener una larga vida en góndolas o neveras. También se emplean comúnmente en restaurantes de comida rápida para freir alimentos.
La agencia federal nunca dio el visto bueno a estas grasas artificiales, pero su uso se convirtió en la norma en la medida que las agencias reguladoras de la industria de alimentos guardaron silencio, señaló la nutricionista Millie García.
“La comunidad científica, la comunidad médica, sabía los efectos de las grasas trans durante años, lo que pasa es que no había suficiente presión”, destacó García.
El peligro de las grasas trans radica en que provocan un aumento en las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo) a la vez que reducen las lipoproteínas de alta densidad (HDL o colesterol bueno), explicó la nutricionista Charmaine Alfonso.
A diferencia de otras grasas, la FDA no le reconoce ningún valor positivo a las trans, por lo cual exhorta que su consumo debe ser cero.
La ingesta de grasas trans está asociada a enfermedades del corazón, pues estas se acumulan en las arterias, por lo cual pueden provocar arteriosclerosis, altos niveles de colesterol e hipertensión, detalló la doctora en naturopatía Janette Rivera.
Cambio gradual
La limitación al uso de las grasas trans no entra en efecto de inmediato. La FDA abrió un periodo de 60 días en los cuales esperan recibir comentarios antes de determinar si la orden será final.
Además evaluarán los cambios que deberán realizar los manufactureros de alimentos para eliminar los aceites parcialmente hidrogenados de sus listas de ingredientes.
El proceso de hidrogenación se descubrió en la década de 1930 y a partir de la próxima década se comenzó a usar como una forma para mejorar el sabor de algunos alimentos y de extender su vida útil, según información disponible en el portal de la FDA. Alfonso señaló que el proceso se utiliza en grasas líquidas para convertirlas en sólidos.
Las grasas trans se pueden encontrar en productos como galletas, dulces de repostería, manteca vegetal, margarinas, cremas para el café y alimentos precocidos congelados, como las pizzas y los llamados “TV dinners”.
“Hoy día dependemos muchos de los productos procesados porque son una forma de darnos más tiempo. En vez de tener que cocinar desde temprano, ahora uno se para en una ventanilla y sale con la comida, o llega al hogar y calienta una pechuga de pollo empanada congelada que compró el fin de semana en un megaalmacén y está lista la comida. Pero es ahí donde están escondidas todas esas grasas”, indicó García.
No obstante, en los últimos años se ha ido creando consciencia sobre los efectos nocivos de estas grasas y diversas cadenas de restaurantes de comida rápida han dejado de usar estos aceites para freír o en sus productos, dijo Alfonso.
En la Isla, algunas cadenas de restaurantes ya han eliminado el uso de estas grasa.
“Wendy's fue la primera cadena en Puerto Rico en eliminar por completo toda grasa trans y sigue con su compromiso de siempre ser líderes en apoyar la salud y el buen sabor”, señaló el presidente de Wendco, Jorge Colón Gerena.
El principal cambio se dio a partir del 2006, cuando por orden de la FDA los manufactureros tuvieron que empezar a desglosar en las tablas nutricionales todos los tipos de grasas que contenían los alimentos, entre ellas las trans.
En la Isla, uno de los puntos débiles en la cadena para controlar las grasas trans son las reposterías, donde es difícil determinar qué productos contienen las grasas artificiales, reconoció el presidente de la Asociación de Industriales del Pan, Néstor Rivera.
“Nosotros sabemos que hacemos unos dulces que son de calidad y ya no usamos grasas fuertes como antes, ahora usamos margarinas y aceite vegetal. Pero nosotros no podemos ponerle una tabla nutricional a cada dona que vendemos”, señaló Rivera.