Todos sabemos que las salchichas no son el alimento más sano, pero no sabemos hasta dónde lo anterior es verdad. Aquí enlistamos todos los ingresientes que contienen.
Las salchichas tradicionales están hechas de recortes de puerco y una mezcla de las sobras que quedan después de cortes de tocino, pollo y pavo. La carne se muele hasta que queda una pasta limosa y se mezcla con agua, preservativos, sabores y colores artificiales.
Las variedades rojas y café claras que casi siempre están en promoción contienen muy poca carne real. En lugar de eso están hechas 64% de pollo mecánicamente recuperado (la pasta limosa creada cuando un cadáver desprovisto ya de cortes tradicionales es forzado a una máquina aplastadora) y 17% puerco.
Muchas personas creen que comprar las salchichas más naturales y finas te permite librarte de sus infames ingredientes, pero eso no es cierto. La salchicha más natural 100% carne de res o puerco han demostrado contener exactamente los mismos ingredientes que se mencionan abajo, aunque en sus paquetes diga “natural” o “sano”.
Ingredientes de toda salchicha:
Agua fluorada: si no estás familiarizado con los peligros del flúor aquí puedes revisarlo.
Jarabe de maíz alto en fructosa: más del 60% de las marcas de salchichas contienen jarabe de maíz alto en fructosa que de acuerdo a investigaciones puede contener mercurio.
Almidón: todas las salchichas, desde las más baratas a las “de lujo” están rellenas del carbohidrato almidón. Las salchichas normalmente contienen almidón de papas transgénicas mezclado con sal. El almidón le da más volumen a la salchicha y ayuda a mezclar bien los ingredientes.
Sal: cada salchicha tienen alrededor del 2% de sal de mesa; es decir, sal decolorada y químicamente manufacturada.
Proteína de leche: añadir proteínas de leche en polvo a la mezcla de carne también ayuda a unirla.
Nitrito de sodio: la carne procesada aumenta el riesgo de cáncer de intestino y esto es en gran medida por el nitrito de sodio. Es añadido a las salchichas para evitar que se pongan grises y ahuyentar a los microbios.
Sabores: por ley, los paquetes de salchichas no tienen que decir qué sabores artificiales se les añaden. Muchos usan sabor artificial a humo y especias (donde se esconde el glutamato monosódico y no tienen que ser etiquetado).
Trifosfatos de potasio y sodio: estas son sales incoloras producidas sintéticamente que actúan como estabilizadoras, resaltantes y emulsiones. Le dan a la salchicha una textura más firme, la mantienen en una acidez correcta y permiten que los aceites y las grasas se mezclen con el agua. También son usados en detergentes como suavizantes de agua y se añaden al papel y al hule.
Polifosfatos (E452): otro aditivo común en la comida. El E452 es un emulsificador y estabilizador que mejora la textura de la salchicha y evita que la grasa se eche a perder. También ayuda a prevenir algunas bacterias porque actúa como veneno. Los polifosfatos causan una progresión más rápida de alimentos específicos y pueden dar enfermedades de riñón.
Ascorbato de sodio: una forma sintética de la vitamina C, el ascorbato de sodio es un antioxidante y regulador de acidez que previene que la carne pierda su color rojo. Cuando es tomado como suplemento puede causar irritación de piel y de pulmones.
Carmín: el carmín es el colorante rojo más popular de los productos procesados. Se obtiene de la sal de aluminio del ácido carmínico, el cual se produce por algunos insectos. El que se saca de la cochinilla es resultado de aplastar sus caparazones y luego hervirlos en amoniaco o carbonato de sodio. El carmín se usa en la manufactura de flores artificiales, pinturas, tinta roja y cosméticos. El color puede detonar reacciones alérgicas en algunas personas.