¡Buenos días! Llega el fin de semana y con él una nueva receta al blog, pero antes? os hablamos del apio.
El apio (Apium graveolens) es una especie vegetal perteneciente a la familia del perejil o el hinojo, las umbelíferas. Posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas.
Es originario de Europa y extremo Oriente. Se encuentra como planta silvestre en muchos lugares húmedos y pantanosos y como hortaliza se cultiva en muchos lugares del mundo. Su nombre viene del celta, "apon", que significa "agua".
Es originario de Europa y extremo Oriente. Se encuentra como planta silvestre en muchos lugares húmedos y pantanosos y como hortaliza se cultiva en muchos lugares del mundo. Su nombre viene del celta, "apon", que significa "agua".
Hay referencias de su utilización como planta medicinal en la medicina tradicional China y en las culturas griega y romana.
Con respecto a su uso en la cocina viene desde la antigüedad, ya los egipcios y los griegos lo consagraban a las divinidades. Los romanos lo consumían en los banquetes funerarios, depositándose manojos de apio en las tumbas, como homenaje a los muertos.
Es una planta estacional que encontramos sobretodo en otoño-invierno pero debido a que se realizan dos épocas de siembra al año, una en invierno y otra en primavera, podemos encontrarla todo el año.
Con respecto a su valor nutricional, es un alimento muy ligeroen caloríaspero muy rico en agua, vitaminas y minerales, por lo que podemos hablar de un alimento regulador del organismo.
Es una planta estacional que encontramos sobretodo en otoño-invierno pero debido a que se realizan dos épocas de siembra al año, una en invierno y otra en primavera, podemos encontrarla todo el año.
Con respecto a su valor nutricional, es un alimento muy ligeroen caloríaspero muy rico en agua, vitaminas y minerales, por lo que podemos hablar de un alimento regulador del organismo.
Con respecto a su contenido vitamínico destacan las vitaminas C y E, aunque no comparable al contenido de la media de las hortalizas. Lo mismo ocurre con los minerales como potasio, sodio y calcio.
Al ser rico en potasio, compensa y equilibra la cantidad de sodio de la dieta. Esta riqueza en sales, junto con la gran cantidad de aceites esenciales, le dan un sabor muy característico que puede resultar un poco fuerte para aquellos que no estén acostumbrados a su consumo, pero que proporciona un toque muy original cuando se combina con otros vegetales en las ensaladas.
Contiene flavonoides como la miricetina, quercetina y kaempferol (flavonoles), y la luteolina y apigenina (flavonas), conactividad antioxidante y funciones biológicas diversas, son vasodilatadores, anticarcinogénicos, antiinflamatorios, antibacterianos, inmuno-estimulantes, antivirales, etc.
También cabe destacar su contenido en furanocumarinas biológicamente activas, fundamentalmente la xantotoxina y el bergapteno, que podrían actuar en la prevención del cáncer, y que también se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el vitíligo o la psoriasis.
Además contiene un ftálido natural de la semilla del apio (sedanolida), que se usa como remedio para tratar procesos inflamatorios como la gota o el reumatismo.
Destaca su función diurética por su gran contenido en agua y en aceites esenciales, esta propiedad es muy valorada en las dietas de adelgazamiento para reducir la retención de líquidos.
Los aceites esenciales, además, poseen propiedades antibacterianas con lo que este alimento ayuda a combatir las infecciones en los riñones, ya sea de origen vírico o bacteriano.
Las hojas de apio se utilizan para tratar ciertas afecciones como el asma gracias a su contenido en apigenina, un flavonoide con efectos vasodilatadores,que ayuda a oxigenar las células, por esto, no solo sería bueno para tratar el asma sino también el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Es un buen regulador intestinal, capaz de aumentar los movimientos peristálticos intestinales para ayudar en problemáticas de estreñimiento.
Para finalizar y antes de pasar a la cocina, advertir que a pesar de sus buenas propiedades, el apio es un alimento que contiene muchos oxalatos,por lo que personas con problemas renales graves deberían tener cuidado y no consumirlo en exceso. Además, no es aconsejable su consumo en mujeres embarazadas ya que, por su contenido enapiina, puede producir abortos.
¡Ahora pasemos a la cocina! ¿Quién no conoce los famosos pimientos rellenos de bacalao? Nosotros os traemos hoy una versión vegetariana de este plato, preparamos... Pimientos rellenos de verduras al estilo Nutrición a las 6
Ingredientes
§ 1 bote de pimientos del piquillo
§ 1 cebolla
§ 1 puerro
§ 1 rama pequeña de apio
§ 1 calabacín mediano
§ 2 zanahorias pequeñas
§ 2 cucharadas de harina integral
§ 300 ml de leche desnatada
§ Aceite de oliva
§ Sal, pimienta y nuez moscada
§ Queso emmenthal
Preparación
Lo primero por lo que empezaremos es por escurrir los pimientos, reservando el líquido, y los ponemos sobre un plato. También pelaremos y picaremos muy finamente la cebolla, el puerro, el apio, las zanahorias y el calabacín.
Precalentamos el horno a 180oC.
Mientras tanto, calentamos una sartén con un poco de aceite de oliva y, a continuación, incorporamos todas las verduras y las sofreímos. Cuando veamos que están bien pochadas, echamos dos cucharadas soperas de harina integral y removemos bien para que se tueste. Agregamos leche hasta cubrir (la leche puede ser también evaporada) y removemos bien para evitar que salgan grumos. Salpimentamos y espolvoreamos también con nuez moscada para dar un poco más de sabor.
Mantenemos en el fuego un par de minutos hasta que quede como una bechamel clarita, pero no muy espesa, y dejamos templar.
Llega el momento de rellenar los pimientos. En una fuente de barro cubrimos el fondo con el relleno de verduras. Rellenamos todos los pimientos (salvo uno) y los vamos poniendo en el molde. Con lo que nos haya sobrado del relleno, lo traspasamos al vaso accesorio de la batidora, incorporamos el pimiento reservado, el líquido de conserva y picamos todo con la batidora. La salsa obtenida la echamos sobre los pimientos, espolvoreamos con queso emmenthal y los metemos al horno durante 15 minutos más o menos.
Si queremos un plato menos calórico se puede no incorporar el queso. Este es un gran plato para acompañar nuestras carnes y pescados o incluso para tomarlo como un primer plato. Por supuesto, las verduras se pueden sustituir por otras muchas para hacer diferentes versiones; y vosotros, ¿de qué los rellenáis?
Con esto nos despedimos hasta la semana que viene. ¡Disfrutad del fin de semana!
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín Escalada
Fuentes: http://salud.facilisimo.com/blogs/nutricion/alimentacion-y-recetas-3-xv_1273968.html
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).
§ 1 cebolla
§ 1 puerro
§ 1 rama pequeña de apio
§ 1 calabacín mediano
§ 2 zanahorias pequeñas
§ 2 cucharadas de harina integral
§ 300 ml de leche desnatada
§ Aceite de oliva
§ Sal, pimienta y nuez moscada
§ Queso emmenthal
Preparación
Lo primero por lo que empezaremos es por escurrir los pimientos, reservando el líquido, y los ponemos sobre un plato. También pelaremos y picaremos muy finamente la cebolla, el puerro, el apio, las zanahorias y el calabacín.
Precalentamos el horno a 180oC.
Mientras tanto, calentamos una sartén con un poco de aceite de oliva y, a continuación, incorporamos todas las verduras y las sofreímos. Cuando veamos que están bien pochadas, echamos dos cucharadas soperas de harina integral y removemos bien para que se tueste. Agregamos leche hasta cubrir (la leche puede ser también evaporada) y removemos bien para evitar que salgan grumos. Salpimentamos y espolvoreamos también con nuez moscada para dar un poco más de sabor.
Mantenemos en el fuego un par de minutos hasta que quede como una bechamel clarita, pero no muy espesa, y dejamos templar.
Llega el momento de rellenar los pimientos. En una fuente de barro cubrimos el fondo con el relleno de verduras. Rellenamos todos los pimientos (salvo uno) y los vamos poniendo en el molde. Con lo que nos haya sobrado del relleno, lo traspasamos al vaso accesorio de la batidora, incorporamos el pimiento reservado, el líquido de conserva y picamos todo con la batidora. La salsa obtenida la echamos sobre los pimientos, espolvoreamos con queso emmenthal y los metemos al horno durante 15 minutos más o menos.
Si queremos un plato menos calórico se puede no incorporar el queso. Este es un gran plato para acompañar nuestras carnes y pescados o incluso para tomarlo como un primer plato. Por supuesto, las verduras se pueden sustituir por otras muchas para hacer diferentes versiones; y vosotros, ¿de qué los rellenáis?
Con esto nos despedimos hasta la semana que viene. ¡Disfrutad del fin de semana!
Realizado por Tamara Valencia Dueñas y Cristina Vallespín Escalada
Fuentes: http://salud.facilisimo.com/blogs/nutricion/alimentacion-y-recetas-3-xv_1273968.html
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).