Dé un masaje a la planta de los pies (o en la palma de las manos). Haga algunas rotaciones de tobillos y dedos (o en las bases de palmas y dedos si es en las manos). Estire y doble ligeramente los dedos, así, la sangre podrá fluir mejor.
Tratamiento en puntos específicos
Para calmar y regenerar el sistema nervioso. Con el pulgar y el índice, apriete los bordes exteriores de los pies, desde el talón hasta el dedo pequeño.
Hemorroides. Dé un masaje a los talones.
Para aliviar un cerebro cansado. Apriete y dé un masaje a cada uno de los dedos de los pies. Comience por el pequeño, y termine con el gordo.
Para beneficiar órganos reproductores. Dé un masaje alrededor de ambos tobillos de cada pie.
Para beneficiar las glándulas suprarrenales, próstata y útero. Con el pulgar y el índice, dé un masaje al tendón de Aquiles, apretándolo a lo largo. Recorra toda la superficie de los pies para localizar las arenillas y dé un masaje sobre ellas. En los Planos de los pies, identifique las zonas que corresponden a cada órgano, y dé un masaje donde se estén endurecidos.
La duración de los masajes es de medio minuto a un minuto por punto, con un total de 10 o 15 minutos por pie completo.
Si después del masaje tiene que caminar o salir, cubra los pies con unas calcetas para evitar los enfriamientos.