Los hispanos son uno de los grupos que más están aumentando su peso corporal en Estados Unidos, según un estudio gubernamental sobre los cambios en la alimentación de los mexico-americanos adultos y sus efectos en la salud.
Uno de los hallazgos de la investigación es que el problema de la obesidad está aumentado. A principios de la década de los 80, el 21 % de los mexicano-estadounidenses presentaban obesidad. A mediados de la última década el número creció a 35%.
Actualmente, 14% de los mexicano-estadounidenses tienen diabetes mientras que hace 25 años el porcentaje era sólo del 10%.
Según el Centro Nacional de Estadísticas para la Salud, el consumo grupal de hidratos de carbono también aumentó del 46% en 1980 a 51%.
Los mexico-estadounidenses no están comiendo tanta proteína como antes, pese a que los números son ligeramente diferentes. Estos hallazgos son similares a estudios previos de la población general.
Venus Gines no está sorprendida por el incremento en la obesidad y la diabetes. Cuando CNN la entrevistó, Gines iba de camino a una charla con un grupo de diabetes entre la comunidad latina. Es la fundadora y CEO del Día de la Mujer Latina, una organización que educa sobre asuntos relacionados con la salud de los latinos.
“Lo conocemos como la paradoja latina”, dijo. La gente inmigra a Estados Unidos para encontrar mejores oportunidades, pero a menudo “llegan a este país y adoptan algunos de sus malos hábitos, especialmente los relacionados con la comida”.
Como otros estadounidenses, los mexico-estadounidenses se dejan atrapar por la cultura de la comida rápida, según Gines. “Aquí todo es a ritmo rápido, la gente se encuentra trabajando turnos dobles y no cocina”.
¿Qué se puede hacer para cambiar esta tendencia? Gines cree que la clave es invertir en el futuro. “Serán los niños quienes llevarán el mensaje a sus padres”, pues para 2050, esa comunidad comprenderá el 30% de la población, según la oficina de censo del país.