Durante el día cambia mucho la situación, hay algunos momentos en que brilla el sol y otros en que parece que vaya a llover. Imagino que esa será la tónica durante bastante tiempo, la primavera trae mucha inestabilidad y se nota que está a la vuelta de la esquina.
Hoy, durante uno de esos ratitos que he salido al jardín, he observado que muchas plantas están deseando florecer. Entre ellas una mata de romero que pasó todo el invierno con poquísimo riego y que ahora, al retomarlo, parece que despierte de su letargo invernal.
Así que, aprovechando que he sacado unas fotografías a las incipientes flores, hoy dedicaré esta entrada a hablaros de las fabulosas propiedades que tiene esta planta tan común en nuestros jardines. Se puede aprovechar para muchas cosas, tanto en la cocina, como en cosmética e incluso en farmacia.
Conocéis el romero, ¿verdad? Es una planta muy común en toda la cuenca mediterránea, se trata de un arbusto muy aromático, leñoso y de hojas perennes que florece dos veces al año: en primavera y otoño. Las flores son pequeñas, de unos 5 mm de largo y normalmente son azul violáceo, aunque también existen blancos y rosas.
La planta que yo tengo ahora en el jardín es un Rosmarinus officinalis postratus, es decir, un romero rastrero cuyas ramas crecen en horizontal. No hay muchas más diferencias con el que crece erguido, sólo su hábito de crecimiento. Ambos prefieres ubicaciones muy soleadas y son muy resistentes a la sequía, incluso sus flores son iguales.
El romero se utiliza tradicionalmente en cocina por el aroma y sabor que confiere a los alimentos, incorporándolo tanto fresco o seco durante la preparación de los platos. El aceite y el vinagre también se puede aromatizar con romero, para ello basta con introducir una rama fresca en la botella y dejarlo un tiempo para que repose.
El romero se usa también en cosmética para mantener la piel hermosa y el cabello sano. El ácido rosmarínico es un potente antioxidante y el aceite esencial de romero estimula los folículos pilosos y la circulación en el cuero cabelludo.
El romero también se emplea como estimulante del sistema nervioso central y la circulación, aliviar síntomas de asma y alergias o dolores de esguinces, artritis y ciatica. Para tal uso se emplean el aceite esencial de romero, añadiendo unas gotas en el baño o en agua hirviendo para hacer inhalaciones.
Y aunque yo normalmente no lo utilizo hoy en día, doy fe de que mi abuela nos daba masajes con aceite de romero cuando de niñas nos hacíamos algún esguince o contusión. Son cosas que recuerdo al revisar las propiedades beneficiosas de las plantas y que me hacen pensar si no nos estarán "vendiendo" en exceso la idea de que para cualquier dolencia necesitamos medicamentos sintéticos cuando probablemente, al menos en casos leves, podríamos pasar con remedios mucho más naturales.
¿Tú que opinas?
Fuente: http://salud.facilisimo.com/blogs/consejos/remedios-naturales-con-plantas-romero_1445641.html