Los expertos instan a unas pruebas de rutina de la función glandular en las mujeres que tienen problemas para concebir
Los autores del informe creen que se debe pensar en realizar pruebas de la enfermedad tiroidea en las mujeres que tienen problemas de fertilidad y pérdidas repetitivas del embarazo temprano.
La investigación, que aparece en la edición en línea del 23 de enero de la revista The Obstetrician & Gynaecologist, encontró que el 2.3 por ciento de las mujeres con problemas de fertilidad tenían una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo), en comparación con el 1.5 por ciento de las mujeres en la población general.
La afección también se vincula con la irregularidad menstrual, apuntaron los investigadores.
"Las anomalías en la función tiroidea pueden tener un efecto adverso sobre la salud reproductiva, y resultar en unas tasas más bajas de concepción, un mayor riesgo de pérdida espontánea del embarazo, y resultados adversos del embarazo y neonatales", señaló en un comunicado de prensa de la revista la coautora del estudio, Amanda Jefferys. Jefferys es investigadora del Centro de Medicina
Reproductiva de Bristol del Hospital Southmead en Bristol, Inglaterra.
Aunque el estudio no pudo probar causalidad, un experto de Estados Unidos dijo que los hallazgos no lo sorprendieron.
"Ya hace dos décadas que notamos un vínculo firme entre el hipotiroidismo y el hipertiroidismo y la infertilidad, además de resultados adversos del embarazo y neonatales", comentó el Dr. Tomer Singer, endocrinólogo reproductivo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Respaldo la revisión rutinaria de la población general respecto a la disfunción de la tiroides al inicio del embarazo, y sobre todo cuando se buscan tratamientos de fertilidad o se enfrentan con pérdidas espontáneas del embarazo", añadió.
La tiroides produce hormonas que tienen un rol clave en el crecimiento y el desarrollo. Según los investigadores británicos, los cambios en la función tiroidea pueden tener un efecto importante sobre la función reproductiva antes, durante y después de la concepción.
El hipotiroidismo (una tiroides poco activa) afecta a alrededor del 0.5 por ciento de las mujeres en edad fértil. En los niños y los adolescentes, la afección se asocia con un retraso para alcanzar la madurez sexual, según los investigadores.
En las mujeres adultas, el hipotiroidismo se vincula con problemas menstruales y una falta de ovulación en algunos casos, halló el nuevo estudio.
Los investigadores también anotaron que la enfermedad de la tiroides se asocia con un aumento en el riesgo de problemas durante el embarazo, como pérdida espontánea del embarazo, preeclampsia, un crecimiento fetal inadecuado, parto prematuro y mortinatos.
"Pero con una evaluación adecuada y una gestión rápida, esos riesgos se pueden reducir significativamente, añadió Jefferys, autora del estudio.
Singer se mostró de acuerdo. "La tiroides demasiado activa o poco activa son afecciones muy comunes en mujeres jóvenes por lo demás sanas, y la recomendación actual del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (American College of Obstetrics and Gynecology) es comenzar la evaluación a los 35 años de edad".
Dijo que en su clínica, realiza análisis de sangre rutinarios para detectar los problemas de la tiroides "en todas las pacientes que presentan una pérdida recurrente el embarazo o infertilidad".
"Los trastornos de la tiroides pueden evitar que las pacientes ovulen, y son una de las causas principales de los problemas de irregularidad menstrual", explicó Singer. "El tratamiento es sencillo y seguro, y resulta en la reanudación del ciclo menstrual en unas semanas".
Añadió que "el tratamiento es seguro en el embarazo, y conlleva tomarse una pastilla al día, que se ajusta según el peso de la paciente y que se monitoriza mediante un análisis de sangre sencillo".
Otro experto se mostró de acuerdo en que los problemas con la tiroides con frecuencia contribuyen a causar problemas con la fertilidad femenina.
"La tiroides tanto hiperactiva como poco activa puede tener efectos significativos sobre la función reproductiva", comentó el Dr. Alan Copperman, director de la División de Endocrinología
Reproductiva e Infertilidad del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
"Tratar incluso la enfermedad menor puede mejorar las probabilidades de embarazo, podría reducir el riesgo de pérdida del embarazo, y podía mejorar la salud del bebé", planteó.
Traducido del inglés: martes, 27 de enero, 2015
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Tomer Singer, M.D., reproductive endocrinologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Alan Copperman, M.D., director, Division of Reproductive Endocrinology and Infertility, The Mount Sinai Hospital, and medical director, Reproductive Medicine Associates of New York, New York City; The Obstetrician & Gynaecologist, news release, Jan. 23, 2015
HealthDay