El
cerebro también se ejercita. Sí, existe un conjunto de actividades y
ejercicios que permiten la conexión del cuerpo a través de puntos
energéticos, propician y aceleran el aprendizaje, la memoria, la
concentración y la creatividad, y mejoran las habilidades motrices y
académicas.
Además, son eficaces para preparar a cualquier niño para
desarrollar destrezas de coordinación y pensamiento. A esto se le llama
gimnasia cerebral o kinesiología educativa, creada por el sicólogo
estadounidense Paul Dennison.
Esta integra las tres partes del cerebro para equilibrarlas y hacerlas funcionar correctamente, y busca la proporción entre las emociones y la parte racional. Además, es muy útil para solucionar problemas de lectura, escritura, dislexia, hiperactividad o concentración.
Antes de comenzar...
1. Mantener una respiración abdominal para mejorar el paso de oxígeno por todo el cuerpo y los niveles de atención.
2. Tomar por lo menos un sorbo de agua, el cual le servirá como conductor de energía.
Ahora, algunos ejercicios:
Es bueno realizarlos todos los días, por 30 segundos. Cada ejercicio se repite aproximadamente 10 veces.
Existen una serie de 26 movimientos corporales sencillos, diseñados para ayudarnos a conectar ambos hemisferios de nuestro cerebro. A continuación, conozca algunos de ellos:
Botones del cerebro
Poner una mano en el ombligo y con la otra ubicar ‘unos botones imaginarios’ en la unión de la clavícula con el esternón, donde se hacen movimiento circulares en el sentido de las manecillas del reloj.
• Estimula la función visual y la lectura.
• Promueve todas la relación hemisférica y la coordinación bilateral.
Botones del espacio
Poner dos dedos encima del labio superior y poner la otra mano en los últimos huesos de la columna vertebral. Respirar varias veces.
• Estimula la receptividad para el aprendizaje.
Gateo cruzado
Se mueve un brazo simultáneamente con la pierna de la parte opuesta del cuerpo. Hay diferentes formas de hacerlo: doblar una rodilla y levantarla para tocarla con la mano del lado opuesto, o doblar la rodilla llevando el pie hacia atrás y tocarlo con la mano del lado contrario. También se puede hacer con la rodilla y los codos, en los más pequeños.
• Activa el cerebro para cruzar la línea media visual, auditiva, kinesiológica y táctil.
• Favorece la receptividad para el aprendizaje.
• Mejora los movimientos oculares derecha a izquierda y la visión binocular.
• Mejora la coordinación izquierda /derecha, la visión y audición.
Bostezo enérgico
Poner la yema de los dedos en las mejillas, simular que se bosteza y hacer presión con los dedos.
• Estimula la expresión verbal y la comunicación.
• Oxigena el cerebro, relaja la tensión del área facial.
• Mejora la visión.
Ocho perezoso o acostado
Consiste en dibujar de forma imaginaria o con lápiz y papel, un ocho grande ‘acostado’. Se comienza a dibujar en el centro y se continúa hacia la izquierda hasta llegar al punto de partida.
• Estimula la memoria y la comprensión.
• Mejora habilidades académicas: reconocimiento de símbolos para decodificar lenguaje escrito.
• Mejora la percepción de profundidad y la capacidad para centrarse, el equilibrio
y la coordinación.
Sombrero del pensamiento
Poner las manos en las orejas y jugar a ‘desenrrollarlas o a quitarle las arrugas’, empezando desde el conducto auditivo hacia afuera.
• Estimula la capacidad de escucha.
• Ayuda a mejorar la atención, la fluidez verbal y a mantener el equilibrio.
La lechuza o el búho
Poner una mano sobre el hombro del lado contrario, apretándolo con firmeza, y voltear la cabeza de este lado. Respirar profundamente y liberar el aire girando la cabeza hacia el hombro opuesto. Repetir el ejercicio cambiando de mano.
• Estimula el proceso lector.
• Libera la tensión del cuello y hombros que se acumula con el estrés, especialmente cuando se sostiene un libro pesado o cuando se coordinan los ojos durante la lectura y otras habilidades de campo cercano.
Doble Garabateo
Dibujar con las dos manos al mismo tiempo, hacia adentro, afuera, arriba y abajo.
• Estimula la escritura y la motricidad fina
• Experimenta con la musculatura gruesa de los brazos y los hombros.
• Estimula las habilidades académicas como el seguimiento de instrucciones
• Mejora las habilidades deportivas y de movimiento.
Asesoría: Carolina López Díaz, terapeuta ocupacional y magíster en estructuras y procesos del aprendizaje, y Ginna Maritza Chacón, terapeuta ocupacional de la Universidad Manuela Beltrán y especialista en infancia, cultura y desarrollo.
Esta integra las tres partes del cerebro para equilibrarlas y hacerlas funcionar correctamente, y busca la proporción entre las emociones y la parte racional. Además, es muy útil para solucionar problemas de lectura, escritura, dislexia, hiperactividad o concentración.
Antes de comenzar...
1. Mantener una respiración abdominal para mejorar el paso de oxígeno por todo el cuerpo y los niveles de atención.
2. Tomar por lo menos un sorbo de agua, el cual le servirá como conductor de energía.
Ahora, algunos ejercicios:
Es bueno realizarlos todos los días, por 30 segundos. Cada ejercicio se repite aproximadamente 10 veces.
Existen una serie de 26 movimientos corporales sencillos, diseñados para ayudarnos a conectar ambos hemisferios de nuestro cerebro. A continuación, conozca algunos de ellos:
Botones del cerebro
Poner una mano en el ombligo y con la otra ubicar ‘unos botones imaginarios’ en la unión de la clavícula con el esternón, donde se hacen movimiento circulares en el sentido de las manecillas del reloj.
• Estimula la función visual y la lectura.
• Promueve todas la relación hemisférica y la coordinación bilateral.
Botones del espacio
Poner dos dedos encima del labio superior y poner la otra mano en los últimos huesos de la columna vertebral. Respirar varias veces.
• Estimula la receptividad para el aprendizaje.
Gateo cruzado
Se mueve un brazo simultáneamente con la pierna de la parte opuesta del cuerpo. Hay diferentes formas de hacerlo: doblar una rodilla y levantarla para tocarla con la mano del lado opuesto, o doblar la rodilla llevando el pie hacia atrás y tocarlo con la mano del lado contrario. También se puede hacer con la rodilla y los codos, en los más pequeños.
• Activa el cerebro para cruzar la línea media visual, auditiva, kinesiológica y táctil.
• Favorece la receptividad para el aprendizaje.
• Mejora los movimientos oculares derecha a izquierda y la visión binocular.
• Mejora la coordinación izquierda /derecha, la visión y audición.
Bostezo enérgico
Poner la yema de los dedos en las mejillas, simular que se bosteza y hacer presión con los dedos.
• Estimula la expresión verbal y la comunicación.
• Oxigena el cerebro, relaja la tensión del área facial.
• Mejora la visión.
Ocho perezoso o acostado
Consiste en dibujar de forma imaginaria o con lápiz y papel, un ocho grande ‘acostado’. Se comienza a dibujar en el centro y se continúa hacia la izquierda hasta llegar al punto de partida.
• Estimula la memoria y la comprensión.
• Mejora habilidades académicas: reconocimiento de símbolos para decodificar lenguaje escrito.
• Mejora la percepción de profundidad y la capacidad para centrarse, el equilibrio
y la coordinación.
Sombrero del pensamiento
Poner las manos en las orejas y jugar a ‘desenrrollarlas o a quitarle las arrugas’, empezando desde el conducto auditivo hacia afuera.
• Estimula la capacidad de escucha.
• Ayuda a mejorar la atención, la fluidez verbal y a mantener el equilibrio.
La lechuza o el búho
Poner una mano sobre el hombro del lado contrario, apretándolo con firmeza, y voltear la cabeza de este lado. Respirar profundamente y liberar el aire girando la cabeza hacia el hombro opuesto. Repetir el ejercicio cambiando de mano.
• Estimula el proceso lector.
• Libera la tensión del cuello y hombros que se acumula con el estrés, especialmente cuando se sostiene un libro pesado o cuando se coordinan los ojos durante la lectura y otras habilidades de campo cercano.
Doble Garabateo
Dibujar con las dos manos al mismo tiempo, hacia adentro, afuera, arriba y abajo.
• Estimula la escritura y la motricidad fina
• Experimenta con la musculatura gruesa de los brazos y los hombros.
• Estimula las habilidades académicas como el seguimiento de instrucciones
• Mejora las habilidades deportivas y de movimiento.
Asesoría: Carolina López Díaz, terapeuta ocupacional y magíster en estructuras y procesos del aprendizaje, y Ginna Maritza Chacón, terapeuta ocupacional de la Universidad Manuela Beltrán y especialista en infancia, cultura y desarrollo.
Fuente: http://www.taringa.net/post/salud-bienestar/14623632/Actividades-para-ejercitar-y-entrenar-el-cerebro-en-ninos.html