LIMPIEZA CON ACEITE DE OLIVA
Otra popular y antigua técnica que permite remover y expulsar los residuos tóxicos del hígado, aunque con menor eficiencia frente a colapsos crónicos, es la antiquísima cura de aceite de oliva. Consiste en ingerir durante al menos 15 días seguidos, dos cucharadas de aceite extra virgen en ayunas.
Es conveniente adicionar unas gotas de jugo de limón al aceite de oliva, a fin de facilitar su asimilación.
Durante estas dos semanas, se sugiere comer liviano y frugal, acompañando con infusiones de hierbas hepáticas. En caso de presencia de cálculos vesiculares y/o molestias, se recomienda utilizar una sola cucharada diaria, a fin de disminuir la intensidad de los movimientos.
Pobladores de zonas productoras de olivo, suelen sostener durante todo el año el hábito de iniciar la jornada tomando una cucharada de aceite de oliva.
Es ideal acompañar esta costumbre con la ingesta de manzanas o jugo de esta fruta, lo cual garantiza el ablandamiento de los cálculos y evita el riesgo de cólicos a causa de su desplazamiento por los estrechos conductos biliares.
Aunque no tan efectiva como la limpieza profunda, este método es adecuado como mantenimiento preventivo o en casos de imposibilidad de realizar el método antes descrito (embarazadas, lactancia, niños, etc). También ayuda en la lubrificación intestinal.