El Árbol de la Vida es un Jeroglífico, un Símbolo Compuesto, que tiene por objeto representar al Cosmos en su Integridad y, a la vez, el Alma del Ser Humano en relación con aquel.
Cuando más estudiamos el Jeroglífico, tanto más nos damos cuenta de que constituye una representación perfectamente adecuada del Árbol y que lo podemos utilizar como el Ingeniero o el Matemático
emplean la regla de calcular para investigar y calcular todas las complicaciones de la existencia tanto visible como invisible, así como la Naturaleza externa y las profundidades del alma.
En el diagrama se ve que es una combinación de diez círculos arreglados en determinada manera y vinculados entre sí por ciertas líneas. Estos círculos son los Diez Sephiroth Sagrados y las líneas que los conectan entre si representan los Senderos cuyo número es el de 22.
Cada Sephirah (Sephirah, singular de Sephiroth) es una fase de la evolución y en el lenguaje de los rabbis se los denomina las Diez Emanaciones Sagradas. Los Senderos que se encuentran entre ellos son fases de la conciencia subjetiva, las Sendas o Gradas (del latín Gradus, Escalón) por las que pasa el alma en su realización del Cosmos. Los Sephiroth son objetivos; los Senderos son subjetivos.
Recordaremos nuevamente que no estamos exponiendo la Cábala tradicional de los rabbis, como una curiosidad histórica, sino que exponemos la estructura que generaciones de estudiantes, iniciados todos ellos, y algunos adeptos o Maestros, han ido edificando paulatinamente, convirtiendo el Arbol de la Vida en el instrumento de su desenvolvimiento espiritual o de su trabajo mágico.
Esta es la Cábala Moderna o la Cábala Alquímica, como se ha llamado algunas veces, y contiene muchísimas cosas que no pertenecen a la tradición rabínica, como se verá a su debido tiempo.
Consideremos ahora la disposición general y el significado del Árbol.
Se verá que los círculos que representan a los Sephiroth están arreglados en tres columnas verticales y que a la cabeza de la del centro, que es la más alta de las otras, formando el vértice superior del triángulo de los Sephiroth, está el Sephirah Kether.
Para mencionar, las palabras de MacGregor Mathers:
El Océano Infinito de la Luz Negativa no procede de un centro, porque carece de él, pues se concentra en un centro, que es el número Uno de los Sephiroth manifestados (Kether, la Corona, el Primer Sephirah).