De hojas carnosas, el aloe vera esconde un gel que posee una composición de más de 20 sustancias muy saludables para la salud. Para que tenga un efecto medicinal, la planta debe tener dos años como mínimo.
Cada vez más usada para regenerar tejidos y proteger nuestro organismo de enfermedades, esta planta posee un sinfín de propiedades beneficiosas al alcance de la
mano. Entre éstas están: la digestiva, que regula el tránsito intestinal y es estupenda contra el acné; la cicatrizante, que mejora el estado general de la piel y, entre muchas proezas más, estimula las defensas del organismo.
Cómo actúa, cuáles son las diferentes formas de usar la planta y qué remedios caseros se pueden preparar.
Fórmulas para usarla
1- Zumo: el jugo del aloe se extrae de la pulpa. Es la forma más popular de tomarlo. Se diluye una cucharada sopera en medio vaso de agua y se toma de una a tres veces al día antes de las comidas.
2- Gel: forma parte del gel de ducha para poder aplicarlo así en la higiene diaria. Es una forma poco concentrada (depende del fabricante).
3- Fresco: aplicar la hoja hendida directamente sobre las quemaduras, las heridas, la piel seca, las infecciones por hongos y las picaduras de insectos. Pueden tomarse hasta dos cucharadas en un vaso de agua o con zumos de frutas tres veces al día como tónico.
4- Pomada: abrir varias hojas para obtener gran cantidad de gel y hervirlo hasta formar una pasta espesa que se guarda en frascos limpios, en un lugar fresco y se utiliza igual que las hojas.
5- Vino tónico: el gel fermentado con miel y especias recibe el nombre de “kumaryasava” en la India y se emplea como tónico contra la anemia y los trastornos digestivos y hepáticos.
6- Inhalaciones: Utilizar el gel en vahos contra la congestión bronquial.
7- Tintura: utilizar de uno a tres mililitros por dosis como estimulante del apetito o contra el estreñimiento. Su sabor es desagradable.
8- Polvo: Se usan 100-500 mg. por dosis o en forma de cápsulas como purgante para el estreñimiento persistente y para estimular el flujo de la bilis.
Cómo actúa el aloe vera, según el sistema:
Cardiovascular: regula la tensión arterial, tanto en los casos de hipertensión como en los de hipotensión; produce un descenso de angina de pecho y también disminuye el colesterol LDL y trigliceridos, produciéndose a su vez un aumento del colesterol HDL.
Hepatobiliar: beneficia al sistema digestivo; purifica la sangre y ayuda a curar algunas formas de hepatitis A y B.
Respiratorio: tiene un efecto broncodilatador, inmunomodulante y antiinflamatorio, por lo que reduce los síntomas del asma alérgico. En los resfriados, gripes y asma se obtienen excelentes resultados con inhalaciones de aloe, con hojas en agua caliente; además descongestiona aspirando sus vapores. También en rinitis, sinusitis, alergias y constipados se puede utilizar jugo rebajado en un algodón y colocándola en las fosas nasales.
Digestivo y excretor: una cucharada de jugo antes de las comidas facilita la digestión; las ulceras estomacales y duodenales se pueden tratar con una cuchara sopera de esta planta, dos o tres veces al día disueltas en agua.
Óseo: el reuma, artrosis y artritis pueden tratarse también mediante compresas de esta planta. En las isquialgias o lumbago también es muy útil si no son provocadas por hernia de disco, al ser muy rico en vitaminas y minerales.
Dérmico: actúa como pequeño filtro solar, retrasa el envejecimiento, calma los dolores de las quemaduras. También suele ser muy útil para el tratamiento del acné.
Remedios caseros
Enfermedades gastrointestinales y cáncer
Para prevenirlas se debe tomar una cucharada de jugo de aloe vera a la mañana, el cual se obtiene de la babosa de la planta.
Aftas y herpes
Un buen remedio es mezclar partes iguales de jugo de aloe vera y agua, y hacer enjuagues 3 ó 4 veces al día.
Dolor de muela
Alivia el dolor y rebaja los flemones. Igualmente, se puede usar como preventivo de las caries y protege los dientes contra el desgaste del esmalte.
Caída del cabello
Procesar o licuar la pulpa de tres hojas de aloe. Aplicar en el cabello limpio, masajear el cuero cabelludo durante unos minutos y dejar actuar media hora por día.
Cómo actúa, cuáles son las diferentes formas de usar la planta y qué remedios caseros se pueden preparar.
Fórmulas para usarla
1- Zumo: el jugo del aloe se extrae de la pulpa. Es la forma más popular de tomarlo. Se diluye una cucharada sopera en medio vaso de agua y se toma de una a tres veces al día antes de las comidas.
2- Gel: forma parte del gel de ducha para poder aplicarlo así en la higiene diaria. Es una forma poco concentrada (depende del fabricante).
3- Fresco: aplicar la hoja hendida directamente sobre las quemaduras, las heridas, la piel seca, las infecciones por hongos y las picaduras de insectos. Pueden tomarse hasta dos cucharadas en un vaso de agua o con zumos de frutas tres veces al día como tónico.
4- Pomada: abrir varias hojas para obtener gran cantidad de gel y hervirlo hasta formar una pasta espesa que se guarda en frascos limpios, en un lugar fresco y se utiliza igual que las hojas.
5- Vino tónico: el gel fermentado con miel y especias recibe el nombre de “kumaryasava” en la India y se emplea como tónico contra la anemia y los trastornos digestivos y hepáticos.
6- Inhalaciones: Utilizar el gel en vahos contra la congestión bronquial.
7- Tintura: utilizar de uno a tres mililitros por dosis como estimulante del apetito o contra el estreñimiento. Su sabor es desagradable.
8- Polvo: Se usan 100-500 mg. por dosis o en forma de cápsulas como purgante para el estreñimiento persistente y para estimular el flujo de la bilis.
Cómo actúa el aloe vera, según el sistema:
Cardiovascular: regula la tensión arterial, tanto en los casos de hipertensión como en los de hipotensión; produce un descenso de angina de pecho y también disminuye el colesterol LDL y trigliceridos, produciéndose a su vez un aumento del colesterol HDL.
Hepatobiliar: beneficia al sistema digestivo; purifica la sangre y ayuda a curar algunas formas de hepatitis A y B.
Respiratorio: tiene un efecto broncodilatador, inmunomodulante y antiinflamatorio, por lo que reduce los síntomas del asma alérgico. En los resfriados, gripes y asma se obtienen excelentes resultados con inhalaciones de aloe, con hojas en agua caliente; además descongestiona aspirando sus vapores. También en rinitis, sinusitis, alergias y constipados se puede utilizar jugo rebajado en un algodón y colocándola en las fosas nasales.
Digestivo y excretor: una cucharada de jugo antes de las comidas facilita la digestión; las ulceras estomacales y duodenales se pueden tratar con una cuchara sopera de esta planta, dos o tres veces al día disueltas en agua.
Óseo: el reuma, artrosis y artritis pueden tratarse también mediante compresas de esta planta. En las isquialgias o lumbago también es muy útil si no son provocadas por hernia de disco, al ser muy rico en vitaminas y minerales.
Dérmico: actúa como pequeño filtro solar, retrasa el envejecimiento, calma los dolores de las quemaduras. También suele ser muy útil para el tratamiento del acné.
Remedios caseros
Enfermedades gastrointestinales y cáncer
Para prevenirlas se debe tomar una cucharada de jugo de aloe vera a la mañana, el cual se obtiene de la babosa de la planta.
Aftas y herpes
Un buen remedio es mezclar partes iguales de jugo de aloe vera y agua, y hacer enjuagues 3 ó 4 veces al día.
Dolor de muela
Alivia el dolor y rebaja los flemones. Igualmente, se puede usar como preventivo de las caries y protege los dientes contra el desgaste del esmalte.
Caída del cabello
Procesar o licuar la pulpa de tres hojas de aloe. Aplicar en el cabello limpio, masajear el cuero cabelludo durante unos minutos y dejar actuar media hora por día.