Nydia Rivera Alcaide*
Piensa en la mesa familiar de tu niñez. Quizás te vengan a la mente imágenes de un banquete digno de un rey, sobre todo si tu familia celebraba el comer hasta la saciedad y consideraba que, mientras más se comía, los niños crecerían más fuertes y con las mejillas más redonditas.
Si adelantamos esa escena hasta el presente, lo más probable es que, ahora como adultos, los niños que siguieron esas costumbres tengan más peso que el resto de sus amigos y colegas. Si tú fuiste uno de estos niños, quizás sepas dónde comenzó todo: en la mesa familiar. Justamente aquí es donde se aprende a comer sin control o como es debido.
A la raíz del problema
Ahora que reconoces que tu problema de sobrepeso nació al adquirir hábitos alimentarios inadecuados en la mesa familiar, lo que debes saber es que ésta también podría conducir a la solución de tu problema.
Para empezar, evalúa tus hábitos alimentarios desde el mismo momento en que te sientas a la mesa y piensa cuánta comida tú y tu familia se sirven a diario hoy en día. ¿Sobran las porciones para repetir y repetir? ¿Abundan nutrientes como las grasas o los carbohidratos? ¿Se preparan las comidas de forma descontrolada? Si es así, lo más indicado es que tomes medidas al respecto.
A tomar conciencia
Explícale el proceso y los ajustes que hay que hacer en la alimentación a tu familia y, en especial, a quien cocina los alimentos. Lo más probable es que no les guste la idea al principio, pero luego te ayudarán a seguir el nuevo plan de alimentación, que seguramente también los ayudará muchísimo a ellos.
Según el doctor Eleazar Lara-Pantin, médico especialista en nutrición de MiDieta™, usualmente no es uno quien tiene el problema, sino que varios miembros de la familia lo comparten. Aunque no se manifieste en la gordura, puede que se refleje en condiciones médicas como el colesterol alto.
Para comenzar a solucionar los excesos alimentarios en la mesa familiar, lo aconsejable es diseñar un plan de menús que promueva el consumo de una alimentación equilibrada y moderada.
Este plan de menús debe crearse teniendo en cuenta las preferencias del grupo y corrigiendo los problemas que afecten a la mayoría. En otras palabras, no debe forzar el consumo de alimentos que no gusten a los miembros de la familia, sino impulsar cambios o ajustes a las comidas preferidas. Por ejemplo, se puede limitar la cantidad de veces a la semana que se consumen postres y preparar sólo la cantidad de comida necesaria (para evitar excesos).
¿Cómo crear un plan de menús sabroso, variado y llevadero?:
- Incluye alimentos variados en porciones moderadas que aporten vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas y proteínas.
- Prepara la comida de forma saludable, cocinando con métodos que usan un poco o nada de grasa. Por ejemplo, puedes asar o cocinar al vapor o a la plancha en lugar de freír. También puedes evitar los condimentos muy grasosos o llenos de calorías.
- Come de todo con moderación. Así, hasta de vez en cuando podrías darte el gusto de saborear un rico postre.
Si se logran controlar los excesos, se establecerán las bases necesarias para que todos se beneficien. El gordito comenzará a perder peso, los niños a desarrollarse sanamente, los que padezcan alguna condición médica se sentirán con más control de su enfermedad y hasta los atléticos tendrán más energía.
*Del equipo editorial de MiDieta™