LOS TRASTORNOS DE SUEÑO PUEDEN AFECTAR EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LOS MENORES.
¿Educación? – “Chuleada”
¿Alimentación? – “Chuleada”
¿Sueño? – “….”
Si este último ‘chulo’ está pendiente porque desconoce si los hábitos de sueño de su hijo son adecuados, es fundamental que preste atención, porque el círculo de crecimiento y desarrollo de su hijo depende de estos tres factores y todos están entrelazados. (LEA ACÁ: Trastornos del sueño podrían ser señales tempranas de Alzheimer)
Y aunque desde instancias oficiales y privadas se propenda por un excelente modelo de educación, complementado con una adecuada nutrición, la responsabilidad de generar hábitos de sueño saludable reposa en los padres de familia, que muchas veces, por ignorancia y amor, no vigilan este tema.
Según la médica pediatra Constanza Ballesteros, es importante que los padres de familia presten especial atención a la forma y el tiempo que destinan sus hijos a dormir. “Descansar durante la noche garantiza no sólo que los menores estén más activos al día siguiente, sino que permite que el cuerpo cumpla a cabalidad con procesos que de no llevarse a cabo pueden afectar el desarrollo de los niños, e impactar la tranquilidad del hogar”.
La síntesis de la hormona del crecimiento; la fijación del conocimiento, de la atención, y de la memoria a largo plazo; la absorción de nutrientes y el estímulo del sistema inmune, son algunos de los procesos que el organismo realiza mientras que los menores descansan.
Andrés Fernando Franco, medico Neurólogo y Especialista en Trastorno del Sueño del Hospital Universitario San Vicente Fundación, recuerda que las necesidades de sueño en los niños varían enormemente desde su nacimiento hasta su adolescencia. “Cuando nacen necesitan unas 18 horas de sueño por día, entre niños de 4 a 6 años la necesidad puede ser de 14 horas; y para menores entre 7 y 12 años puede ser de 12 horas”, indica el especialista.
“Es muy importante prestar atención, porque las personas ahora dormimos casi 2 horas menos que antes, y con frecuencia los padres no asimilan cuánto debe dormir un niño, creen que son las mismas de ellos”, afirma Franco.
Si bien los problemas de sueño pueden ser heredados, el especialista recuerda que este es un hábito que se enseña, y pide a los padres propiciar condiciones adecuadas para ello.
Especialistas piden que se tenga una rutina establecida para dormir, y que se haga en un lugar oscuro alejado de cualquier ruido.
Igualmente, ingerir alimentos como leche, huevos, queso y cereales favorecen producción de Serotonina, que regula los ciclos de sueño.
¿Alimentación? – “Chuleada”
¿Sueño? – “….”
Si este último ‘chulo’ está pendiente porque desconoce si los hábitos de sueño de su hijo son adecuados, es fundamental que preste atención, porque el círculo de crecimiento y desarrollo de su hijo depende de estos tres factores y todos están entrelazados. (LEA ACÁ: Trastornos del sueño podrían ser señales tempranas de Alzheimer)
Y aunque desde instancias oficiales y privadas se propenda por un excelente modelo de educación, complementado con una adecuada nutrición, la responsabilidad de generar hábitos de sueño saludable reposa en los padres de familia, que muchas veces, por ignorancia y amor, no vigilan este tema.
Según la médica pediatra Constanza Ballesteros, es importante que los padres de familia presten especial atención a la forma y el tiempo que destinan sus hijos a dormir. “Descansar durante la noche garantiza no sólo que los menores estén más activos al día siguiente, sino que permite que el cuerpo cumpla a cabalidad con procesos que de no llevarse a cabo pueden afectar el desarrollo de los niños, e impactar la tranquilidad del hogar”.
La síntesis de la hormona del crecimiento; la fijación del conocimiento, de la atención, y de la memoria a largo plazo; la absorción de nutrientes y el estímulo del sistema inmune, son algunos de los procesos que el organismo realiza mientras que los menores descansan.
Andrés Fernando Franco, medico Neurólogo y Especialista en Trastorno del Sueño del Hospital Universitario San Vicente Fundación, recuerda que las necesidades de sueño en los niños varían enormemente desde su nacimiento hasta su adolescencia. “Cuando nacen necesitan unas 18 horas de sueño por día, entre niños de 4 a 6 años la necesidad puede ser de 14 horas; y para menores entre 7 y 12 años puede ser de 12 horas”, indica el especialista.
“Es muy importante prestar atención, porque las personas ahora dormimos casi 2 horas menos que antes, y con frecuencia los padres no asimilan cuánto debe dormir un niño, creen que son las mismas de ellos”, afirma Franco.
Si bien los problemas de sueño pueden ser heredados, el especialista recuerda que este es un hábito que se enseña, y pide a los padres propiciar condiciones adecuadas para ello.
Recomendaciones
Igualmente, ingerir alimentos como leche, huevos, queso y cereales favorecen producción de Serotonina, que regula los ciclos de sueño.