La caída del cabello se relaciona con el mal funcionamiento de la testosterona, hormona masculina que, aunque se encarga hacer crecer el cabello en todo nuestro cuerpo, también se encargará de la pérdida de éste en la cabeza Esto debido a que los folículos pilosos detienen sus funciones y no trabajan de forma continua.Las causas más comunes de la caída del cabello son:
El estrés: Es una de las principales causas, algunos estudios señalan que las tensiones emocionales son causantes de la pérdida del cabello.¿Cómo prevenir?
Utilizando técnicas de relajación mediante algún tipo de meditación. Si la situación es más grave acudir a algún especialista de la salud mental.Mala alimentación:
Una mala alimentación pobre en vitaminas, proteínas y minerales
son importantes a la hora de perder cabello, aunque no es el primer síntoma de una mala alimentación, sino que uno de los síntomas finales del agotamiento de reservas en el organismo¿Cómo prevenir?
Consumiendo proteínas en mayores cantidades, como las carnes, la leche, el huevo. La soya, productos lácteos y legumbres sirven mucho a los vegetarianos y a quienes no lo son también. La leche de soya es un alimento que todos deberían consumir alguna vez. El hierro también aporta a una buena nutrición: encontramos este componente en las hojas verdes como las lechugas, las espinacas, la acelga, que contienen también zinc y selenio.
Tomar complejos vitamínicos también ayuda en especial las vitaminas del grupo B, aminoácidos esenciales y ácido pantoténico. El uso prolongado de 2 vitaminas diarias puede revertir eficientemente la caída del cabello.
La llegada de la menopausia: Con la llegada de la menopausia, la mujer deja de producir estrógenos. Esta disminución de hormonas femeninas provoca un aumento de endógenos, los cuales provocan un debilitamiento y caída del cabello. El consumo de estrógenos en pastillas de manera regular y el consumo de antiandrógenos por el periodo menor a un año, podría ayudar a recuperar un nivel hormonal equilibrado.
También el uso de la droga finasteride impide la trasformación de testosterona en dehidro-testosterona. Aunque esta droga ya se ha probado en mujeres y hombres, en estos últimos podría producir efectos secundarios como la disminución de la libido y reducción del número de espermatozoides. Por lo tanto el uso masculino se limita, siendo de mayor preferencia femenina, obteniendo resultados positivos.