El sueño es una necesidad básica del organismo. Cuando disminuye el tiempo de sueño o este no resulta reparador aparecen síntomas diurnos como somnolencia, cansancio y también disminución del rendimiento intelectual. Aún más, la alteración de los reflejos se asocia a un incremento de los accidentes, tanto de tráfico como laborales.
El ronquido es otro síntoma del mal dormir y en muchos casos puede ser la alerta de una enfermedad que se conoce con el nombre de Síndrome de Apneas Hipopneas Obstructivas del Sueño (SAHOS) y que en la actualidad afecta al 4% de la población. Los pacientes que padecen esta alteración se caracterizan por roncar todas las noches y suelen intercalar el ronquido con pausas de 10 segundos a más de un minuto de duracion llamadas APNEAS.
¿Cuáles son los síntomas?
- Ronquido vigoroso y pausas o apneas.
- Sensación de levantarse cansado como si no hubiese dormido lo suficiente.
- Aumentar la cantidad de horas de sueño para intentar remediarlo.
- Sentir sueño de día: bostezar o quedarse dormido mirando televisión, leyendo,conversando, en una reunión o incluso manejando.
- Sequedad bucal matinal.
- Dolores de cabeza.
- Necesidad de orinar varias veces de noche.
- Pérdida de memoria o de capacidad de concentración e irritabilidad.
- Disminución del deseo sexual.
- Depresión.
- Episodios de ahogos nocturnos.
Debido a la excesiva somnolencia diurna, los pacientes que padecen SAHOS pueden dormirse mientras manejan y están más expuestos a presentar accidentes domésticos y laborales. Está demostrado que un paciente con SAHOS tiene de 7 a 10 veces más riesgo de tener un accidente de tránsito.
El Síndrome de Apneas de Sueño está asociado a Diabetes, Hipertensión arterial (más del 40% de los pacientes con apneas sufren de hipertensión), riesgo aumentado de cardiopatía isquémica (angina de pecho e Infartos) y de accidentes cerebrovasculares.
La manera de detectar esta enfermedad es realizando un estudio indoloro previo llamado Polisomnografía mediante el cual el médico determinará el diagnóstico e implementará el tratamiento que en la mayoría de los casos supone: descenso de peso, evitar el uso de sedantes o drogas inductoras de sueño, evitar el consumo de bebidas alcohólicas y del uso de CPAP, un equipo que presuriza la vía aérea a través de una máscara , permitiendo que la garganta se expanda evitando su colapso y por lo tanto logra la desaparición de apneas.
El Síndrome de Apneas de Sueño puede causar deterioro en la calidad de vida debido a la excesiva somnolencia diurna que altera la vida social y laboral. Se ha demostrado que con una consulta y diagnóstico precoz, el tratamiento funciona con efectividad y logra mejorar la calidad de vida del paciente.