CIENTÍFICOS DE LA UNIVERSIDAD DE NUEVA JERSEY CONCLUYERON QUE ESTIMULA EL CEREBRO EN SU TOTALIDAD.
Si bien es cierto que los ejercicios mentales como los crucigramas, las sopas de letras o el sudoku pueden contribuir a una mejor salud mental en algunas áreas del cerebro, también es una verdad científica que la mejor manera de activar el cerebro es teniendo relaciones sexuales placenteras.
Esta es la conclusión a la que llegaron investigadores de la Universidad de Nueva Jersey, Estados Unidos, después de notar que en el momento del clímax aumenta el flujo sanguíneo en el cerebro, lo cual incide favorablemente en el nivel de nutrientes y en la oxigenación de las células.
Hace más de 30 años, exactamente en 1982, el científico Barry Komisaruk lideró los llamados “estudios de placer centrados en la mujer”. Desde entonces uno de sus principales descubrimientos es que las sensación del orgasmo puede disminuir y hasta hacer desaparecer algunos dolores.
Los estudios también han llegado a las mujeres cuyas extremidades están paralizadas, a quienes normalmente se les decía que debían renunciar a la sexualidad. Komisaruk descubrió un nervio que se encuentra por fuera de la médula espinal capaz de trasladar el orgasmo hasta el cerebro.
Posteriormente se unió a la reconocida sexóloga Beverly Whipple, con quien siguió las investigaciones. “No sabemos prácticamente nada sobre el placer”, concluyó recientemente.
Esta es la conclusión a la que llegaron investigadores de la Universidad de Nueva Jersey, Estados Unidos, después de notar que en el momento del clímax aumenta el flujo sanguíneo en el cerebro, lo cual incide favorablemente en el nivel de nutrientes y en la oxigenación de las células.
Hace más de 30 años, exactamente en 1982, el científico Barry Komisaruk lideró los llamados “estudios de placer centrados en la mujer”. Desde entonces uno de sus principales descubrimientos es que las sensación del orgasmo puede disminuir y hasta hacer desaparecer algunos dolores.
Los estudios también han llegado a las mujeres cuyas extremidades están paralizadas, a quienes normalmente se les decía que debían renunciar a la sexualidad. Komisaruk descubrió un nervio que se encuentra por fuera de la médula espinal capaz de trasladar el orgasmo hasta el cerebro.
Los hallazgos
Experimentando con los órganos sexuales de las ratas Komisaruk y sus ayudantes notaron que el orgasmo era antídoto para los dolores. “La gente me decía que tenía unas manos mágicas porque podía inducir en ratas una respuesta sexual que otros colegas no pudieron”, dijo el científico el diario español 'ABC'.Posteriormente se unió a la reconocida sexóloga Beverly Whipple, con quien siguió las investigaciones. “No sabemos prácticamente nada sobre el placer”, concluyó recientemente.