Los ensayos nucleares realizados a mediados del siglo XX y el carbono-14 han permitido a los científicos confirmar que las neuronas se renuevan y se forman en el cerebro adulto y en grandes cantidades.
Hasta los años 60 se creía que las neuronas no se regeneran en el cerebro de los adultos, sino que las funciones de las neuronas 'caducadas' se distribuyen entre las neuronas restantes. En 1998 el científico sueco Peter Ericsson descubrió que sí se producen neuronas en los adultos, pero no se sabía en qué cantidades y si su producción podía influir en la memoria y la capacidad mental.
La respuesta a estas preguntas la ha encontrado un grupo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) mediante el carbono-14, el isótopo de carbono.
El carbono-14 se integra en el ADN durante la división celular, es decir, durante la formación de nuevas células. La velocidad de desintegración del isótopo se conoce, así que los científicos pueden calcular exactamente cuándo nacieron las células.
Al medir la concentración de carbono-14 en el ADN de las neuronas del hipocampo (parte del cerebro responsable de la memoria y las emociones) de personas fallecidas y, sabiendo la edad de las células, los investigadores determinaron que parte de las neuronas de estas personas nació cuando eran adultas. Aproximadamente un tercio de estas células se renuevan periódicamente a lo largo de toda la vida.
La respuesta a estas preguntas la ha encontrado un grupo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) mediante el carbono-14, el isótopo de carbono.
Elemento clave
El carbono-14, que está presente en el ambiente como parte de la radiación natural y sirve a los científicos para datar los fósiles y determinar las condiciones climáticas y biológicas existentes en el tiempo de su hallazgo, se produjo en cantidades muy grandes entre los años 1945 y 1963 como resultado de los ensayos nucleares realizados por varios países, y llegó a los cuerpos de la gente que vivía entonces. Los científicos pensaron que las neuronas podrían ser 'fechadas por carbono'.El carbono-14 se integra en el ADN durante la división celular, es decir, durante la formación de nuevas células. La velocidad de desintegración del isótopo se conoce, así que los científicos pueden calcular exactamente cuándo nacieron las células.
Al medir la concentración de carbono-14 en el ADN de las neuronas del hipocampo (parte del cerebro responsable de la memoria y las emociones) de personas fallecidas y, sabiendo la edad de las células, los investigadores determinaron que parte de las neuronas de estas personas nació cuando eran adultas. Aproximadamente un tercio de estas células se renuevan periódicamente a lo largo de toda la vida.