La abeja negra de Cornualles podría salvar a otras especies de abejas, cuya población está disminuyendo, de una enfermedad que ha matado a millones de colonias de abejas en todo el mundo, indican los científicos.
Una nueva investigación sugiere que la abeja doméstica negra de la península de Cornualles, en el extremo suroccidental de Inglaterra, tiene la particularidad de ser resistente al ácaro varroa, un parásito que transmite a estos insectos el virus de la enfermedad de las alas deformes.
Este virus provoca una gran mortandad en colmenas de abejas en el mundo. Científicos del zoo de Paignton investigan cómo las abejas negras de esa región han desarrollado resistencia al virus inoculado por el ácaro.
El zoológico espera que sus hallazgos ayuden a proteger a otras colonias de abejas y estimule a los apicultores locales a preservar la abeja de Cornualles.
"Los zoos también tienen que prestarles atención a las especies más cercanas", dijo Michael Bungard, un responsable del zoológico de Paignton, citado por la cadena BBC. "Con este proyecto también queremos hacer pedagogía sobre las abejas negras de Cornualles y el ácaro varroa", añadió.
Este virus provoca una gran mortandad en colmenas de abejas en el mundo. Científicos del zoo de Paignton investigan cómo las abejas negras de esa región han desarrollado resistencia al virus inoculado por el ácaro.
El zoológico espera que sus hallazgos ayuden a proteger a otras colonias de abejas y estimule a los apicultores locales a preservar la abeja de Cornualles.
"Los zoos también tienen que prestarles atención a las especies más cercanas", dijo Michael Bungard, un responsable del zoológico de Paignton, citado por la cadena BBC. "Con este proyecto también queremos hacer pedagogía sobre las abejas negras de Cornualles y el ácaro varroa", añadió.