La autoestima de nuestros hijos cuando son pequeños determinará gran parte de su vida adulta.
Podemos definir autoestima como la percepción que cada persona tiene de si mismo o de su propio valor. Es el producto que resulta de la combinación entre la atmosfera en que se desenvuelve el niño y su carácter.
Un niño con buena autoestima en todo momento se sientirá seguro de sus capacidades, inclusive estará consciente de sus áreas de oportunidad, y no le dará pena solicitar ayuda. Experimenta la inquietud de llevar a cabo actividades desconocidas, así como socializar con los demás. Además, se aventura a tomar retos y los supera sin mayores dificultades, siempre y cuando sean viables para su edad.
En el momento en que el niño comienza a rehuir a tareas donde se utiliza el intelecto, o actividades deportivas por temor a no cumplir con las expectativas; o quizas empieza a mentir constantemente, o adopta actitudes violentas o demasiado tímidas, ahí es cuando podemos temer que el niño tiene su autoestima un poco dañada.
Una autoestima baja puede llevar a los niños a experimentar depresiones, trastornos alimenticios, e inclusive consumo de drogas. Si bien los papás son pieza fundamental en que los niños desarrollen una buena autoestima, en el momento en que se detecta algúna anomalía en ese sentido es importante tratar la situación con un especialista.
Se puede trabajar en la autoestima de los niños encargandoles tareas sencillas con el ánimo de que pueden llevarlas a cabo fácilmente y que no fracasen en su intento, de tal suerte que refuerce la seguridad en ellos mismos, además, es muy benéfico para el niño que los padres se acerquen físicamente a ellos y que constantemente los estén abrazando, ellos inconscientemente desarrollarán un sentimiento de protección, también, hay que decirles a los niños lo bien que han hecho sus labores y felicitarlos.
Los halagos exagerados son perjudiciales para el niño, poque lo puede llevar a hacer arrogante y sacarlo de la realidad.
Podemos definir autoestima como la percepción que cada persona tiene de si mismo o de su propio valor. Es el producto que resulta de la combinación entre la atmosfera en que se desenvuelve el niño y su carácter.
Un niño con buena autoestima en todo momento se sientirá seguro de sus capacidades, inclusive estará consciente de sus áreas de oportunidad, y no le dará pena solicitar ayuda. Experimenta la inquietud de llevar a cabo actividades desconocidas, así como socializar con los demás. Además, se aventura a tomar retos y los supera sin mayores dificultades, siempre y cuando sean viables para su edad.
En el momento en que el niño comienza a rehuir a tareas donde se utiliza el intelecto, o actividades deportivas por temor a no cumplir con las expectativas; o quizas empieza a mentir constantemente, o adopta actitudes violentas o demasiado tímidas, ahí es cuando podemos temer que el niño tiene su autoestima un poco dañada.
Una autoestima baja puede llevar a los niños a experimentar depresiones, trastornos alimenticios, e inclusive consumo de drogas. Si bien los papás son pieza fundamental en que los niños desarrollen una buena autoestima, en el momento en que se detecta algúna anomalía en ese sentido es importante tratar la situación con un especialista.
Se puede trabajar en la autoestima de los niños encargandoles tareas sencillas con el ánimo de que pueden llevarlas a cabo fácilmente y que no fracasen en su intento, de tal suerte que refuerce la seguridad en ellos mismos, además, es muy benéfico para el niño que los padres se acerquen físicamente a ellos y que constantemente los estén abrazando, ellos inconscientemente desarrollarán un sentimiento de protección, también, hay que decirles a los niños lo bien que han hecho sus labores y felicitarlos.
Los halagos exagerados son perjudiciales para el niño, poque lo puede llevar a hacer arrogante y sacarlo de la realidad.