No es lo mismo estar infectado por el HIV que tener sida
Las personas sanas pueden ser portadoras sin presentar manifestaciones clínicas, aunque es probable que dentro de los cinco años se comiencen a notar indicios. El sida es la etapa más avanzada de la infección por HIV. Aquellas mujeres que ignoran la enfermedad, son las más propensas a generar el contagio a sus pequeños.
Lo que ocurre con el sistema inmunológico es que se debilita y los glóbulos blancos se convierten en agentes reproductores del virus. En mujeres sanas, durante el embarazo, se produce una disminución del sistema inmunitario. Pero en el caso de las madres afectadas, esa deficiencia puede aumentar considerablemente.
El contagio de la madre al feto se realiza por vía trasplacentaria, prenatal, postnatal y a través de la lactancia. Por lo tanto, es conveniente para aquellas mujeres contaminadas, que eviten el embarazo. Además del contagio al pequeño, las posibilidades de tener un parto prematuro o asfixia perinatal, es muy alto.
Algunos estudios han demostrado que no hay diferencia entre el contagio de un parto normal y otro por cesárea, lo cual supone que la mayoría de los bebés se encuentran infectados antes del nacimiento. En la mayoría de los casos, el contagio es intrauterino.
Es importante que después del nacimiento la madre y el hijo permanezcan en una habitación individual y con baño privado. Si el bebé no presenta heridas y la madre realiza una buena higiene íntima, las probabilidades de contagio son casi nulas. Se debe evitar la lactancia y ser asistidos por personal capacitado.
Los períodos de mayor riesgo son:
- Los tres primeros meses de embarazo: es durante el primer trimestre cuando el feto se forma en contacto directo con los flujos de la madre. La placenta aun no funciona como filtro entre ambos.
-Noveno mes, parto y lactancia: durante la última etapa de gestación y el parto existe mayor contacto de flujo entre el bebé y su madre. La lactancia debe evitarse para disminuir los riesgos de contagio.
El riesgo de que un bebé se contagie el virus durante estos períodos es del 35% si la madre no recibe ningún tratamiento. Por ello, es importante estar bien asesorada y acompañada de un médico especializado para poder tomar los recaudos necesarios. Actualmente los tratamientos de las mujeres embarazadas HIV positivas son muy efectivos para disminuir la transmisión de la enfermedad al hijo al nacer.
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