En realidad todo momento es bueno para mejorar, la clave de sentirse bien, es decir, vivir en bienestar hará que consigas lo mejor para ti. Cuando estás en bienestar los demás lo notan y eso aumenta tu felicidad ya que la felicidad no es algo que consigues, sino que es el camino que rescorres permaneciendo enbienestar.
Para sentirnos bien a veces hay procedimientos más simples que ir al psicólogo, viajar o encarar actividades creativas.
Reír
Robin Dunbar, psicólogo de la Universidad de Oxford, asegura que el acto físico de reír genera una sensación de alegría y bienestar. En efecto, los simples movimientos musculares del rostro cuando largamos una carcajada aumenta los niveles de endorfina en el organismo. Este gesto tan antiguo es uno de los factores de socialización y evolución humana más importantes que existen.
Comer chocolate
Comer chocolate ayuda al cerebro a segregar endorfina, la hormona responsable de hacernos sentir bien. Adam Drewnowski, de la Universidad de Michigan, asegura que el chocolate es un analgésico natural: es por ello que muchas veces sentimos deseos de comerlo ante situaciones de estrés o ansiedad. Incluso, otras investigaciones han equiparado los efectos relajantes delchocolate con los que produce la marihuana.
Relativiza. Todo es una mezcla. La vida es un cúmulo de hechos buenos y malos, de acontecimientos positivos y negativos. Reparar sólo en una perspectiva es tener una visión demasiado simplista. Todo lo que nos ocurre, incluso cuando no es querido, puede sernos útil en algún sentido. Las cosas son blancas y negras al mismo tiempo…
La percepción importa. Muchos de los problemas que tenemos provienen no de ellos mismos, sino de la forma en que los observamos. A menudo son nuestras preconcepciones, sentimientos y creencias los que acaban por dibujar la forma en que recibimos y vivimos las cosas que nos pasan. En ese caso, modificando nuestra forma de pensar podremos sacar más provecho de lo que nos ocurre.
Cuida tu cuerpo. Si lo corporal no está ajustado lo mental no funciona.Seguir una rutina alimenticia adecuada, hacer deporte con moderación y mantener una actitud físicamente activa ayuda a que el cerebro tenga los nutrientes adecuados para fabricar una forma de ver la vida mucho más positiva.
Dibuja pequeños proyectos para cada día. Una de las cosas que más mejora el ánimo es tener metas por alcanzar. Plantearse todos los días nuevas cosas que hacer, o dar más pasos en las que ya se han iniciado, lleva a una mejora segura en el estado mental. Realizar una lista cada noche de pequeñas cosas por hacer al día siguiente es una rutina de lo más importante.
Abandona la Crítica: Deja de criticarte y de critcar tu cuerpo, es una actitud que no va arreglar las cosas sino empeorarlas ya que estás enfocad@ en lo que no quieres, y mediante la crítica le estás dando fuerza.
Ten Paciencia: Se paciente contigo mism@, amable y cariños@. No existen soluciones mágicas, por esto es fundamental que seas paciente y pienses que alcanzar el bienestar es un proceso que debes atravesar. Lo importante es que valores tu progreso por más lento que sea y no te desanimes por no sentirse bien de manera inmediata.
Responsabilízate: Deja de posponer tu felicidad culpando a otros. Nadie es responsable de tu felicidad. Tú eres tu propi@ encargad@ del 100% de ti, asi que responsabilizate de tus actos y de tu bienestar.
Tener sexo Durante el acto sexual, el cuerpo genera neurotransmisores que tienen una estructura similar a la de la morfina. Ambos compuestos químicos poseen propiedades calmantes: naturalmente disminuyen el dolor y producen sensaciones de placer y euforia primero, y luego de bienestar. Por eso durante el acto sexual se experimenta adrenalina y luego del acto una agradable sensación de satisfacción.
Evita los problemas recurrentes. Si te conoces mínimamente, sabrás qué situaciones te hacen sentirte mal. En muchas ocasiones dejamos que los demás nos arrastren hacia ellas o simplemente no sabemos colocar las barreras necesarias para que no nos atrapen. Sé tajante con las cosas que te hacen sentirte mal y no te dejes vencer por ellas.
El éxito siempre ocurre a largo plazo. Debemos actuar pensando en que, al final de la vida, podamos volver la vista atrás y contemplar las cosas con satisfacción, considerando que hemos logrado algunos de los objetivos que nos habíamos propuesto y que, pese a todo, estamos contentos con la vida que hemos vivido. Por lo tanto, no dejes que los reveses cotidianos te desanimen. Esto es una carrera de fondo…
El problema a veces eres tú. Muchas personas no consiguen las metas que se proponen porque se sabotean sin darse cuenta. Quieren llegar a la meta pero sus acciones son justo las contrarias de las que se precisan para alcanzarla. El problema es que suele ser un proceso inconsciente, por lo que no está de más hacer balance y valorar hasta qué punto nuestras acciones se corresponden con nuestras intenciones.
¿Qué piensa el otro de mí? Cada uno percibe al otro y se percibe a sí mismo según unos patrones aprendidos en la infancia. Para alguien puede ser de gran valor una persona tenga un trato compasivo con las otras personas mientras que para otros lo importante es el dinero que tiene la otra gente. Si le damos una excesiva importancia a la opinión que tienen los otros de nosotras mismas estaremos esforzándonos por mostrarnos tal y cómo el otro quiere que seamos. Esto crea mucha angustia y ansiedad. Además nos olvidamos que lo que al otro le puede gustar o disgustar de mí, depende de los valores que tenga, y eso no tiene nada que ver conmigo. Así que pasa de los otros y decídete a afrontar los problemas.
Se expresiva. Expresa las cosas de una forma dulce y agradable. No hace falta que grites y te enfades, pero sí que digas la opinión que tengas. Es mejor expresar y intentar afrontar los problemas que salgan, que ir tragando hasta que llegue el día que no puedas más y explotes.