El hígado es el órgano encargado del metabolismo de los alimentos y la depuración de las toxinas. Según la Asociación Española para el Estudio del Hígado, éste ejecuta más de 500 funciones diferentes de las que 22 son vitales para el buen funcionamiento del resto de órganos. Por esta razón, un problema hepático influye en el conjunto del organismo. Las causas más comunes de enfermedades y afecciones hepáticas son el alcohol, el exceso de medicamentos y una alimentación inadecuada. La ingesta de alimentos, la cantidad y la digestión es determinante para el estado de salud del hígado.
Los alimentos más adecuados para el buen funcionamiento del hígado son, sin duda, frutas y verduras. Ayudan a protegerlo y, en cualquier caso, intervienen en la regeneración de células del hígado dañadas y en la formación de nuevas células.
Alimentos especialmente beneficiosos
Las frutas y verduras crudas o poco cocidas contribuyen a reforzar, prevenir y cuidar enfermedades hepáticas. Entre la familia de frutas son recomendables las verduras de color naranja, amarillo, púrpura y rojo como los cítricos ciruelas, zanahorias o berenjenas. Contienen enzimas vivas, fibra, vitamina C y sustancias antibióticas naturales y nutrientes anticancerígenos. Los espárragos, la sandía o el brócoli son también beneficiosos para estas dolencias. Por su parte, el diente de león, las hojas verdes de mostaza, el melón amargo y la lechuga romana ayudan a purificar al hígado. De éste modo, los alimentos más aconsejados para protegerlo son el ajo, las cebollas, el boldo y la cúrcuma.
Desintoxicación del hígado
La desintoxicación del hígado se produce en dos fases distintas: en la primera procura tomar vitaminas, minerales específicos y antioxidantes localizados en gran cantidad de frutas y verduras para eliminar de tu organismo partículas que dañan las células del hígado. libres que existen en tu organismo. En la segunda fase necesitan alimentos ricos en azufre, como el brócoli, repollo o las coles de Bruselas. De este modo se eliminan sustancias perjudiciales para el organismo, por medio de la orina o las heces.
Enfermedades del hígado más comunes
La mala alimentación causa con frecuencia enfermedades al hígado. Entre ellas, sobresale la hepatitis. Significa inflamación del hígado y puede venir dada por virus, bacterias, parásitos, radiación, drogas, sustancias químicas u otras toxinas. Se distingue entre hepatitis virales A, B y C. Cada una de ellas se transmite por vías diferentes y presenta síntomas distintos. la hepatitis C y la coinfección del VIH es la más grave y no existe vacuna para prevenir la enfermedad.
Otra patología de máxima gravedad es la cirrosis. Es la cicatrización del hígado que impide su buen funcionamiento. Muchas enfermedades crónicas del hígado desembocan en cirrosis. Esto sucede cuando el hígado es dañado una y otra vez por beber mucho alcohol, usar drogas de recreación, una hepatitis viral crónica, la exposición repetida a sustancias químicas tóxicas y el cáncer. Muchas enfermedades crónicas del hígado son asociadas con la desnutrición.
En definitiva, una buena nutrición fundamentada en una dieta equilibrada con calorías adecuadas, proteínas, grasas, y carbohidratos puede ayudar al hígado dañado a regenerar células. De hecho, en algunas enfermedades del hígado, la nutrición se vuelve una forma esencial de tratamiento.