Los alimentos ingresan al sistema circulatorio en el proceso de absorción; a través de éste los nutrientes se transportan a través de la sangre a todas las células de nuestro cuerpo, en conjunto con el oxígeno (O2), el dióxido de carbono (CO2) y los desechos que produce la célula.
Los componentes del sistema circulatorio son: la sangre, corazón y vasos sanguíneos
Componentes de la sangre.
La sangre humana está formada por el plasma sanguíneo, los g1óbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas. Su temperatura es de los 36ºC, y una persona adulta tiene un promedio de unos 5 litros de sangre, lo cual corresponde al 8% del peso de su cuerpo.
El plasma sanguíneo es el componente líquido de la sangre, es decir, una solución que contiene 90-92 % de agua y transporta sus elementos sólidos (glóbulos y plaquetas). Además, presenta una gran variedad de sustancias en disolución, como azúcares, proteínas, grasas, sales minerales, etc. que se pueden agrupar en tres categorías:
• Proteínas: Son albúminas, globulinas y fibrinógeno. El fibrinógeno es el responsable de la formación de coágulos, y la parte de plasma que no lo contiene se denomina suero sanguíneo.
• Sales inorgánicas: Se encuentran disueltas en forma de aniones (iones cloro, bicarbonato, fosfato y sulfato) y cationes (sodio, potasio, calcio y magnesio). Actúan como una reserva alcalina que mantiene constante el pH y regula el contenido de agua.
• Sustancias de transporte: son moléculas que proceden de la digestión (glucosa, aminoácidos) o de la respiración (nitrógeno, oxígeno), residuos del metabolismo (dióxido de carbono, urea, ácido úrico), o bien sustancias absorbidas por la piel, las mucosas, los pulmones, etc.
Son células de color rojo capaces de captar gran cantidad de oxígeno. En cada milímetro cúbico de sangre existen entre 4,5 a 6 millones. Esta enorme abundancia hace que la sangre tenga un color rojo intenso. Cuando una persona padece de anemia, la cantidad de glóbulos rojos baja de los niveles normales, según la edad y sexo.
Glóbulos rojos:células «no vivas», pero imprescindibles.
Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, son células sanguíneas en forma de disco bicóncavo: un diámetro de 6-9 micras y un espesor de 1 micra, que aumenta progresivamente hacia los bordes (2,2 micras). El ser humano cuenta con 4,5 o 5 millones de eritrocitos por mm3, que constituyen el 45 % del volumen de la sangre.
Los eritrocitos se producen en la médula ósea a partir de una célula madre y mediante un proceso de eritropoyesis. Esta producción es continua porque, cada segundo, los macrófagos del bazo destruyen unos dos millones de hematíes envejecidos que hay que reemplazar.
Se puede considerar que los glóbulos rojos son células «no vivas», ya que carecen de núcleo y de mitocondrias, pero esto no les impide realizar su función: el transporte de oxígeno.
En su interior, los glóbulos rojos están formados básicamente por hemoglobina, una proteína constituidapor cuatro cadenas de aminoácidos. Cada cadena se asocia a un grupo molecular, el grupo hemo, cada uno de los cuales cuenta con un átomo de hierro, que fija una molécula de oxigeno y la transporta desde los pulmones hasta los tejidos.