Todas las vísceras tienen un común denominador: todas las funciones vitales crean, modifican y alteran la bioquímica de nuestro organismo, según las necesidades de éste. Este matiz es clave y fundamental para entender el dolor desde un punto de vista profundo, más allá de la lesión que pueda sufrir un tejido, como una contractura muscular o un esguince ligamentoso.
De la misma forma que el estómago crea ácidos potentes para deshacer los alimentos, el hígado genera bilirrubina, el páncreas crea bilis o el bazo destruye glóbulos rojos viejos.
Estos fenómenos comportan una serie de reacciones hormonales haciendo que cada órgano cambie su pH, su motilidad o la composición de parte de sus fluidos. Son cambios bioquímicos.
El tema de interés se centra en que a menudo, estos cambios bioquímicos hacen que los órganos funciones de una forma descompensada o a un rendimiento inhabitual. La metáfora viene a ser como un coche con el carburador sucio, los engranajes poco lubricados o la junta de culata no está refrigerada. Ese motor va a trabajar a un rendimiento inhabitual con la consecuencia de que tarde o temprano, ese motor se va a estropear.
Cuando esto ocurre en el organismo, ese trabajo a un rendimiento descompasado puede provocar que los órganos internos del cuerpo se resienten. La forma de comprobarlo es reconociendo patrones de dolor referido visceral:
Además, el fisioterapeuta confirma la exploración con preguntas relacionadas con los órganos:
-se encuentra cansado/a?
-le molesta la espalda tras las comidas?
-tiene ardores en el pecho - barriga antes, durante, después de comer?
-aún recibiendo tratamiento para el dolor de su espalda, éste no remite o mejora?
Preguntas de esta índole sugieren relacionar las vísceras con problemas del aparato locomotor como:
-dolores de espalda o extremidades que no se resuelven
-dolores "raros", que se "mueven de sitio"
-resistencia a tratamientos farmacológicos...
PROPUESTA DE TRATAMIENTO:
1. EQUILIBRAR LA BIOQUÍMICA
El fisioterapeuta, como cualquier profesional de la Salud, puede aconsejar y recomendar hábitos saludables que equilibren, promueban y mejoren la Salud.
Dicho esto, para equilibrar la bioquímica aconsejamos la toma de alimentos no sólo saludables, sino con efectos beneficiosos para la situación personal de cada paciente.
A rasgos generales se recomienda para equilibrar la bioquímica del organismo:
-tomar EPA y DHA: son ácido grasos tipo Omega 3 y 6. Mejor los de origen animal (pescado) que los de origen vegetal porque el hígado no los puede sintetizar.
-eliminar durante 30 días la leche de vaca, lácteos como queso o yogur, legumbres y cereales como pan, arroz, pasta... Estos alimentos pueden crear putrefacción intestinal, dificultando la ABSORCIÓN, y pudiendo generar INFLAMACIÓN ( Low Grade Inflammation)
-tomar Oligoelementos relacionados con los síntomas del paciente
-potenciar pescado azul y fruta y verdura de temporada. Por las vitaminas y Omegas 3 y 6 naturales.
Esta limpieza del tracto digestivo puede permitir re-equilibrar la bioquímica del organismo, facilitando que cada órgano funcione a un rendimiento adecuado y óptimo.
2. ELIMINAR TENSIONES VISCERALES
De la misma manera que un músculo se puede acortar, una víscera puede aumentar la tensión de sus anclajes ligamentosos en el tronco, caja torácica, abdomen y pelvis.
Las relaciones del Sistema Nervioso Autónomo relacionan zonas de la columna vertebral con cada uno de los órganos del cuerpo, con lo que el fisioterapeuta puede averiguar qué órganos está en disfunción, maniobrando sobre las vértebras de la columna.
Mediante terapia manual se pueden liberar esas tensiones con maniobras sutiles tipo masaje, estiramientos o movilizaciones.