Un nuevo estudio encontró que la dopamina, un neurotransmisor relacionado con la felicidad y el placer, facilitaría el tratamiento del cáncer al mejorar la efectividad de las terapias.
La dopanima, neurotransmisor asociado con la gratificación y el bienestar, mejoraría la efectividad de las drogas anticáncer, así como de la quimioterapia y la terapia de radiación, encontró un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Ohio.
Para el estudio se inyectó dopamina en animales con diversos tipos decáncer. Al ser tratados con ese neurotransmisor se observó que los tumores eran más susceptibles al tratamiento.
"Este efecto se debería a que la dopamina mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos, lo que permite que el tumor reciba más sangre, haciéndolo más susceptible a los diferentes tratamientos", explica Dr. Sujit Basu, investigador del Centro Comprensivo de Cáncer de la Univerisidad Estatal de Ohio.
Al tener una mejor irrigación, el tumor recibiría hasta el doble de activos, en el caso del tratamiento con drogas anticáncer; asimismo, recibiría más oxígeno, el cual es fundamental para que la quimioterapia y la terapia de radiación sean efectivas.
Para el Dr. Basu, esto es un gran hallazgo: "La dopamina es una sustancia barata, y si resulta efectiva en pruebas posteriores, representaría un gran paso para mejorar el tratamiento del cáncer".
La dopamina es considerada el neurotransmisor del placer: según el Dr. Ricardo Bahena-Trujillo, del Centro de Investigación y Estudio Avanzados en México, “cuando realizamos alguna actividad gratificante o placentera, como el sexo, o experimentamos una gran emotividad o afectividad, se libera dopamina”.
Por cuestiones prácticas, la dopamina puede ser suministrada a los pacientes a través de inyecciones, sin embargo la obtención del neurotransmisor gracias a estados anímicos positivos tendrían beneficios adicionales: "Reír y tener buen humor, no sólo liberaría dopamina, sino otras sustancias que ayudarían a calmar el dolor y mejorar el sistema inmune de los pacientes con cáncer", asegura el profesor Robin Dunbar, de la Universidad de Oxford.