Las glándulas de Bartolino están situadas a ambos lados de la vagina con la función principal de lubricar durante el acto sexual para facilitar las relaciones íntimas.
La bartolinitis se produce cuando, como consecuencia de una obstrucción, se genera una acumulación de pus en el conducto excretor de una de las dos glándulas de Bartolino, causando así una infección por clamideas u otras bacterias, muy frecuentemente por enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Además de la hinchazón de las glándulas por la acumulación de líquido purulento, entre sus síntomas se encuentran también la significativa sensibilidad y el fuerte dolor en la zona. En muchos casos la existencia de fiebre es igualmente habitual.
En principio, por las características de la patología, el tratamiento será a base de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos. Únicamente en el caso de que la glándula no drenase bien por si misma podría ser necesario hacer una pequeña incisión con bisturí, bajo anestesia local, para drenar por completo el absceso, proporcionando así un mayor alivio y una recuperación más rápida.
Si estas obstrucciones se volvieran crónicas, el médico podrá recomendar la extirpación de las glándulas de Bartolino para evitar futuros males mayores. Sin embargo, si es este tu caso no debes preocuparte, aunque participan en la lubricación del vagina, no hay que olvidar que el 90% de su lubricación lo lleva a cabo ella misma.
¿Conocías esta enfermedad? ¿Conoces a alguien que la haya sufrido? Cuéntanos la experiencia.
Fuentes: mujeractual.com, tuotromedico.com